En un partido igualado (22-17) Sebastien Gonzalez venció a Leiza, lo contrario de lo que se vivió ayer en el Labrit de Pamplona donde Olaizola II pasó por encima de Patxi Eugi (22-4). El de Goizueta estuvo soberbio: con chispa, centrado y sacando divinamente (7 tantos con esta jugada).
Referencias
Aimar Olaizola gana por aplastamiento a Patxi Eugi (Tino Rey, El Correo)
Mientras Eugi, que se dedica a confundir al personal y especialmente a los suyos, argumentando que «estoy muy bien y le puedo ganar a Aimar», se mostró como un pelotari receloso, con muchos miedos mentales y sin ningún tipo de argumentación. Jugó acomplejado y con un sistema obsoleto.
Una prueba fehaciente de su desvarío táctico fue el comportamiento que tuvo a la hora de restar los saques. En varias ocasiones buscó el aire, cinco en total, y casi todas ellas de sotamano, para interceptar los disparos del representante de Asegarce. Está acción que la han activado en sus partidos los zurdos Xala y González, es un auténtico sacrilegio a la modalidad.
Olaizola II no tiene piedad de Eugi y se medirá en semifinales a Gonzalez (Gara)
El partido no tuvo mucha historia. La chapa quiso que fuera el de Goizueta el encargado de realizar el primer saque, y éste no falló en su primera oportunidad con la jugada inicial. Otros dos tantos, el primer tras un error de su rival y el segundo con un buen pelotazo atrás, sirvieron para que el de Asegarce marcara su territorio (3-0).
No hubo sorpresa (Eduardo Gómez, La Rioja)
Estuvo seguro el vencedor de que con su excepcional golpe de pelota abrasó al rival y ese fue el argumento que impidió a Eugui intentar pasar a dominar, que es la ley del juego manomanista: pasar a dominar para poder hacer la jugada que proporcione el tanto. Y ayer, Eugui sólo pasó a dominar en el segundo tanto a su favor en el que pudo golpear cómodamente llevando la pelota arrimada hasta el cuadro ocho.
«Calentando asusta, pero hay que jugar de blanco» Aimar Olaizola (Diario Vasco)
– ¿Cómo ha visto a su rival?
– Esperaba que jugara mejor. Me habían dicho que en los entrenamientos andaba muy fuerte. Calentando asusta. Metía la pelota al rebote como un tiro. Pero cuando hay que jugar es vestido de blanco.
– Ahora, Gonzalez.– Es un pelotari peligroso, de mucha fuerza. El año pasado le gané 22-6, pero todos los partidos son distintos.