Martínez de Irujo-Goñi III y Bengoetxea VI-Beloki separaron el material ayer en el Atano III
Karmelo Anabitarte / El Mundo Deportivo
Bajo una gran expectación, ante numerosos aficionados y medios de comunicación, Martínez de Irujo–Goñi III y Bengoetxea VI–Beloki separaron ayer por la mañana el material con el que se jugarán las txapelas del Campeonato por Parejas el domingo por la tarde en el Atano III de Donostia. El cestaño no deparó sorpresas desagradables y los cuatro protagonistas terminaron satisfechos con la oferta que les hizo el seleccionador único, Juan Mari Juaristi. La pareja de Aspe separó tres pelotas de cuero vuelto de 103,3, 103,2 y 103,2 gramos, más ligeras que las que eligió dúo de Asegarce, que se quedó con tres de cuero normal de 103,8, 106,2 y 105,7 gramos, más pesadas y difíciles de mover.
Un simple vistazo a los pesos de las tres pelotas de cada pareja permitió comprobar que la balanza en la que habitualmente se pesan las pelotas de unos y otros terminó tan desequilibrada como lo está el pronóstico que maneja la cátedra: doble a sencillo. Azuzado por un veterano periodista de un periódico vizcaíno, Irujo bromeó con la diferencia de gramos entre unas y otras: “Sí, sí, las suyas son para hombres y las nuestras para juveniles”, exclamó entre risas de los presentes. “¿Siempre? No, siempre no. Unos días los rivales sacan pelota más fuerte y otros nosotros”, añadió el campeón manomanista.
Un año más experimentado
Irujo espera estar más tranquilo que en la final del año pasado: “Espero que la final del año pasado me sirva de experiencia y que, por lo menos, esté en el partido y pueda disputarlo. El año pasado salí nervioso a la cancha y todo me vino grande, pero hay que aprender de ello. Todos los días se aprende algo en este mundo y ahora me siento más cómodo que entonces. El año que viene, aún sabré más que éste”.
Fernando Goñi, más serio, tomó la palabra para referirse al material: “A mí, personalmente, el dato del peso no me dice nada. Hay pelotas de 103 ó 104 gramos que cuesta mover bastante más que otras de 106 ó 107. Hay que mirar a la pelota en su conjunto. El peso es un dato más, pero que sean más pesadas no significa vayan a ser más difíciles de mover”. Y añadió que “hemos encontrado lo que veníamos a buscar, así que estamos contentos. Las nuestras quizá sean más rápidas y las suyas más para jugar, pero el material es adecuado al partido y al escenario”.
Algunos minutos antes, Oinatz y Beloki habían hablado ante los medios de comunicación en una sala de prensa que se quedó pequeña. El zaguero burladés no dijo una palabra más alta que la otra. “Nos hemos quedado satisfechos con el material. Veníamos pensando en escoger pelotas de cuervo vuelto, pero no lo hemos hecho pensando que las sacarían ellos. Quizá, las nuestras tengan algo más de salida frontis para evitar en la medida de lo posible a Irujo, pero no ha habido ningún problema”, declaró el zaguero burladés, que jugará su sexta final por parejas el domingo: “No hay que obsesionarse con ir a por Goñi III porque tira muy pocas pelotas. A Juan también se le puede atacar y para eso Oinatz tiene sus armas”.
Por su parte, Oinatz Bengoetxea, para quien es su primera final grande desde que debutó en el campo profesional, destacó que “espero estar tranquilo el día de la final” y añadió que “Beloki está muy bien de juego y de golpe y con su derecha sigue marcando diferencias. Habrá que intentar mover a Irujo para que no haga tanto daño”.
Las espadas están en todo lo alto para la gran final.