El zaguero de Orcoyen debuta en el Circuito de Pelota el domingo en Noáin, ante el guipuzcoano Altuna | El Alustiza-Ariznabarreta completa el festival
P. A. / La Estafeta de Navarra
Carlos Armendariz volverá el domingo a competir en un torneo oficial. El zaguero de Orcoyen se enfrentará en Noáin (12.00 horas) al guipuzcoano Iñigo Altuna en los cuartos de final del Abierto de Navarra, el primero de la novedosa ATP pelotazale (el CPA, Circuito de Pelota). Después de su cambio de empresa y de los primeros meses de andadura de Frontis, Armendariz confiesa que llega a la cita «con muchas ganas. La competición motiva muchísimo».
«El arranque del CPA ha supuesto una pequeña revolución dentro de la empresa. Hasta ahora jugábamos por inercia, se luchaba en los partidos pero no había nada en juego. Ahora sí que lo hay, y hemos entrado en la dinámica de entrenarnos a tope y preparar al máximo cada encuentro. Ha llegado la hora de la verdad», señala el pelotari, que se muestra muy satisfecho con el CPA: «Es un acierto, no existía algo así: un modo de competición que no deja la regulación de los torneos al azar. Está abierto a todos los pelotaris profesionales y respeta los derechos deportivos de cada uno», subraya.
«Es una apuesta de futuro. Con el apoyo de patrocinadores y de televisión esto iría a más, porque despertaría el interés porpular. Si todo eso se consiguiera, el crecimiento sería imparable. Pero no tenemos prisa», recalca.
Cabeza de serie. Armendariz parte en el Abierto de Navarra como cabeza de serie (al igual que Errandonea, Arretxe y Alustiza, que entran en liza este fin de semana ante Larraia, Badiola III y Ariznabarreta, respectivamente). «Los jóvenes tienen la oportunidad de llegar arriba, pero deben desbancar antes a los veteranos», dice el zaguero, que llega a la competición con ganas, después de haber hecho varios entrenamientos específicos. Y el domingo se medirá a un rival al que respeta bastante, Iñigo Altuna. «Le da muy fuerte con las dos manos, tiene toque. A Barbero lo tuvo bastante lejos del frontis. No es un especialista, pero se adapta bien a la distancia. Quizá su principal carencia sea la movilidad, por lo que intentaré no jugarle recto», apunta.
El de Orcoyen tiene un especial gusto por las peleas individuales. Antes de debutar en profesionales eran su gran especialidad y, de hecho, apenas había jugado por parejas. «Me hice zaguero al debutar, y perdí algo de chispa para el mano a mano», explica. A pesar de ello, como manista de Asegarce fue subcampeón en el Manomanista de Segunda, alcanzó una liguilla de semifinales en el Cuatro y Medio y fue subcampeón en la jaula navarra en 2001.
Favorito para la txapela. Este mismo año, en julio, repitió segundo puesto en la jaula foral, al caer ante Errandonea en la competición que disputaron los pelotaris de Frontis. Y el domingo volverá a luchar por una txapela para la que parte como principal favorito, aunque él cita a otros. «No veo un solo candidato, ni mucho menos. Ariznabarreta viene muy fuerte, Inaxio no regala nunca nada y luego están Alustiza y Arretxe, que son muy seguros», recuerda.