La empresa eibarresa se presentará al concurso para la concesión de una de las tres licencias del Gobierno Vasco «Las apuestas en el frontón seguirán igual que siempre»
ENRIQUE ECHAVARREN/Diario Vasco
El pasado 17 de mayo de 2005 se publicó en el Boletín Oficial del País Vasco el nuevo reglamento de apuestas en la Comunidad Autónoma Vasca. Entró en vigor al día siguiente y el objetivo es reglamentar las apuestas deportivas en el ámbito territorial del País Vasco. Con relación a la pelota, las apuestas están recogidas en la adicional IV de dicho reglamento. Las apuestas que se hacen dentro de los frontones y sobre la pelota se considera que son tradicionales y se autoriza a seguir haciéndolo como se hacía hasta ahora, pero con dos matices importantes.
Uno, relacionado con el número de corredores por partido, que no podrá superar a uno por cada cien personas. Por ejemplo, si el Beotibar de Tolosa tiene un aforo de 1.200 localidades, no podrá haber más de trece corredores. En el caso de finales de campeonatos o torneos, la presencia de corredores de apuestas podrá ser un 30% superior a lo que corresponde por aforo.
El segundo matiz es que cambia el importe de la apuesta. El reglamento dice que el límite máximo de cada apuesta será de 600 euros. El apostante puede hacer todas las que quiera, pero siempre con ese límite.
«Dentro del frontón seguiremos haciendo apuestas exactamente igual que hasta ahora», avanza Patxi Mutiloa, gerente de Aspe, quien durante los últimos tres años ha estado participando activamente en la configuración del reglamento. Incluso desde la empresa eibarresa han presentado una serie de alegaciones antes de la publicación del reglamento que han sido aceptadas. Hasta aquí, todo más o menos sencillo.
Concurso público
La gran novedad de este reglamento es que Euskadi va a ser la primera comunidad que autoriza las instalación de casas de apuestas. Habrá un concurso público -todavía no tiene fecha- y se concederán tres licencias a tres empresas que garanticen la instalación de entre 8 y 25 casas de apuestas, con entre 500 y 1.500 terminales y con una serie de garantías desde el punto de vista de funcionamiento tecnológico y de inversión. En total serán un máximo de 75, porque cada licenciatario podrá abrir 25 casas y un total de terminales de hasta 1.500, 500 por licencia.
Por lo tanto, a partir de la concesión de las licencias, todas aquellas apuestas que se hacen hoy en día en los bares deberán hacerse a través de terminales debidamente autorizadas y su colocación corresponderá a los propietarios de las licencias. No se van a conceder licencias individualmente a cada bar. La consecuencia es que las porras ciclistas, las apuestas de pelota o de herri kirolak del bar Cantábrico de Tolosa, estarán fuera de la legalidad. Los salones de máquinas de tipo B -tragaperras-, también podrán tener terminales de apuestas.
Las empresas autorizadas también podrán instalar máquinas auxiliares homologadas en los frontones, previo acuerdo con los organizadores o propietarios, para realizar apuestas de carácter externo, tanto de pelota como de otros deportes. «No hay que alarmarse ya que las terminales van a tener muy poca repercusión en la apuesta de pelota -declara Mutiloa-. Lo que pasa es que en los bares, en vez de jugar a las cerezas, se podrá apostar sobre todos los eventos que presente la terminal».
Aspe, junto con otros socios, va a concursar para obtener una de esas licencias, de acceso muy restringido por las duras condiciones que se exigen, entre ellas medio millón de euros de aval, además de otros requisitos como seguridad de los sistemas informáticos, etc. La promotora eibarresa está trabajando desde hace tres años en la utilización de nuevas tecnologías en las apuestas. Cuenta con su propio juego de apuestas deportivas en su página web, al que se han inscrito ya 2.700 personas.
Las apuestas que se hacen en el frontón suponen menos de un tercio del presupuesto de una empresa de pelota, pero ayudan a cuadrar las cuentas al final de año, lo mismo que los derechos de televisión. El mayor porcentaje de ingresos, más del 50%, es en concepto de taquilla por venta de entradas y festivales.