Juan Luis Ibarretxe-Bilbao Jai Alai
“Hasta el infinito y más allá”, con estas palabras extraídas de la película “Toy Story”, Jon explicaba a sus padres Mikel y Mentxu como está luchando contra la adrenoleucodistrofia, la enfermedad que padece desde 2008 (cuando tenía seis años) y a la que está haciendo frente bajo el eslogan que Buzz Lightyear empleaba en la citada “Toy Story”.
La historia del pequeño Jon ha sido el germen de lo que va a ser un fin de semana repleto de actividades organizadas por WOP (Walk On Project, asociación creada por sus padres) y que tendrán lugar hoy y mañana en Landako Gunea y Plateruena de Durango. “Todo comenzó a modo de bilbainada, para ver si nos atrevíamos a montar algo así”, detalla Mikel, quien ha conseguido reunir para la ocasión a artistas de la talla de Loquillo, Elliot Murphy (quienes tocan hoy mismo), Ariel Rot o M-Clan (mañana) y que destaca que los beneficios irán destinados a la investigación para conseguir tratamientos, o sea que no se trata de una iniciativa cuya recaudación vaya a parar a sus manos, puesto que, de hecho, Jon está mejorando de su enfermedad y lo que se pretende es que otros niños con enfermedades raras puedan curarse.
Estos importantes eventos musicales, que acontecerán en Landako Gunea, no serán los únicos de los que podremos disfrutar en la localidad vizcaína, puesto que mañana, entre las 11:00 y las 13:00 y entre las 16:30 y las 20:00 horas, habrá payasos, magia, teatro y cuentacuentos en Plateruena.
Mañana por la mañana, de manera paralela y regresando a Landako Gunea, los más pequeños gozarán con los hinchables, el rocódromo, las pistas de baloncesto, la piscina para hacer submarinismo y el frontón portátil, que estará acompañado de una exposición en la que se explicará la evolución de la historia de la Pelota Vasca. “Ayer mismo estuve con los responsables de Duranwop y están flipadísimos con eso de que vayamos a llevar un frontón dentro de un container, lo cierto es que se está levantando mucha expectación ante el evento” comenta Iñigo Kalzakorta, propietario intelectual y ejecutor de esta cancha, que será transportada hasta Landako Gunea en un “contenedor marítimo estándar de unas dimensiones de 6 x 2,5 x 2,5 metros y que al desplegarse adquiere unas medidas de ocho metros de largo, por cuatro de ancho y cuatro de alto, todo ello cubierto por una red”.
En este frontón, los niños aprenderán a lanzar la pelota al frontis con unas cestas de plástico que estarán disponibles para los asistentes en lo que será una experiencia novedosa en lo referente al espacio habilitado a tal efecto, puesto que “ésta será la presentación al público de la cancha. ¡Si es que ahora lo tengo aquí, delante de mi caserío, je, je!”, añade Iñigo.
Tras esta iniciativa solidaria, el objetivo es seguir dando uso a este frontón como un “elemento de promoción de la pelota” que sirva para, en lo sucesivo “buscar nuevos espacios y ofrecer una oferta más dinámica que la existente en la actualidad”, concluye Kalzakorta, un ex profesional que no puede ocultar su ilusión ante este proyecto con el que pretende ayudar a este deporte.