Botilleros de txapela

Pese a que la figura está permitida en el Parejas desde 2003, el domingo estarán por primera vez en la silla en una final

Juan Luis Ibarretxe / Deia

«El año pasado me gustó más la final, las dos Parejas eran de Aspe y yo no sufrí nada, je, je». Con esta frase resume Jokin E-txaniz, el botillero de Irujo y Fernando Goñi, la tranquilidad con la que se presencia desde la grada el choque decisivo del Parejas. Pero en esta edición todo va a ser diferente, puesto que el técnico de la empresa de Eibar y Salva Bergara, en representación de Asegarce tendrán que estar al borde de la cancha, asesorando a los pelotaris que el domingo lucharán por el título. Ésta será la primera vez en la que una final del Parejas cuenta con botilleros, puesto que, pese a que esta figura se introdujo hace dos años, el reglamento de la LEPM contempla que en los choques con pelotaris de una única promotora no habría botilleros. Por ello, ni en la final de 2003, con Koka-Beloki y Olaizola II-Pascual, ni en la de 2004, con Titín-Goñi III e Irujo-Lasa, se sentó nadie en la silla. Sin embargo, con la presencia de Irujo-Goñi III y Bengoe-txea VI-Beloki, sí que habrá un duelo interempresarial, por lo que Etxaniz y Bergara tendrán que mostrar todo su conocimiento para que sus pupilos alcancen el cartón 22. «Nuestra labor consistirá, sobre todo, en asesorarles a la hora de cubrir posiciones, hacer que estén concentrados y no se relajen, porque a poco que lo hagas pierdes el partido, y más aún si enfrente tienes a un pelotari tan agresivo como Irujo», afirma Bergara que, precisamente, llegó a ser entrenador de Jokin Etxaniz. Éste último reconoce que «nuestro trabajo es más sencillo en esta modalidad que en el Manomanista. Aquí nos dedicamos a leer el partido y fijarte en detalles que, como espectador, igual pasarían desapercibidos».

El propio Etxaniz compagina sus encuentros como manista profesional y su labor de entrenador y botillero. Para él, no hay dudas sobre dónde está más a gusto, ya que sufre más «cuando veo el choque desde la silla, porque te metes dentro de él». Y eso que, tal y como asegura Jokin, sus pupilos no le dan demasiados problemas. «Fernando ve muchas cosas desde dentro de la cancha, por lo que no hace falta comentar demasiadas cosas con él. En general, asesorarles a él y a Juan es fácil», recalca.

Los pelotaris contentos

Los finalistas, por su parte, también se sienten a gusto con sus botilleros, y, aunque Beloki apunta que «al principio se te hace raro verles en la contracancha», añade que «enseguida te acostumbras y su labor consiste en dar ánimos y asesorar sobre el material». Fernando Goñi, mientras tanto, subraya que Etxaniz es un hombre «de confianza e inteligente, cuando juega saca petróleo de las situaciones difíciles». Irujo ratifica estas afirmaciones al decir que Jokin es de las personas «que más sabe de pelota, está realizando una gran labor en el campeonato».

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