El de Irurtzun, por su parte, reconoce que el de Goizueta es «un artista adelante»
J. L. I. / Deia
Aimar Olaizola apunta alto. El de Goizueta ya tiene olvidada su última lesión en el tobillo y ahora debe hacer frente a una verdadera prueba de fuego, como es la que supone la jornada inaugural de las semifinales del Cuatro y Medio, que se celebrará el sábado en el Labrit de Iruñea. El de Asegarce, que ya ha logrado tres triunfos en la presente edición, afrontaba la competición después de un mes parado por un esguince de tobillo. Pese a ello, su rendimiento ha sido alto y apunta que se siente «fresco, estuve un mes parado y eso viene bien para recuperar el golpe. He cogido chispa, pero lo más importante es que he adquirido confianza y cada vez iré a más». Nagore, su rival, no permanece ajeno a esta circunstancia y reconoce que Aimar es un pelotari que cuenta con mucha «paciencia, pone la pelota en el cuatro y adelante, a la hora de acabar el tanto, es un artista». Asimismo, el de Irurtzun afirma sin complejos que con su saque no será suficiente «para romperle, ya que Aimar es un gran restador. Se habla mucho de mi saque, pero no es más que uno de los argumentos que debe emplear cualquiera para ser campeón».