Centenario con mayúsculas

El frontón Astelena se llenó con la presencia de ex pelotaris, pelotazales y eibarreses que no quisieron perderse la histórica cita

Miguel Gallastegi fue el encargado de lanzar al aire la chapa que decidió a quién correspondía el saque en el partido estelar
Joseba Lezeta / Diario Vasco
El frontón Astelena de Eibar se vistió de gala para albergar la fiesta de su centenario. Ayer se cumplían cien años de la inauguración de un recinto sin el que no se puede entender la evolución de la pelota a mano profesional en el siglo XX. Ahora, ya en el XXI, quiere seguir siendo referencia de este deporte.

La pelota se sentía ayer nada más acceder al pasillo del frontón. Fotos antiguas recordaban su historia. Entradones, imágenes de pelotaris antiguos, de Gallastegi, de otros más cercanos en el tiempo como Ogueta, Atano X, Soroa, Etxabe X… Cada paso hacia adelante introducía al visitante en un nuevo episodio de la pelota.

Dentro, el ir y venir de pelotazales era continuo. El Astelena registró un entradón. Rozó el lleno. En las butacas de cancha apenas quedaron localidades libres. Miguel Gallastegi centró buena parte de las miradas. Le requirieron para sacar fotografías. Eibarrés, uno de los mejores pelotaris de todos los tiempos, rey del Astelena durante muchos años, su nombre va ligado a este frontón. Conserva un aspecto magnífico para sus 86 años. Se desplazó de Donostia, donde vive, a Eibar junto a dos de sus hijos.

Junto al alcalde de Eibar Iñaki Arriola, el empresario del frontón Fernando Vidarte y Pedro Mari Iriondo, hombre que lleva más de 60 años en el Astelena, Gallastegi formó parte de la comitiva que presidió, entre el primer partido y el estelar, el sencillo acto que recordó el centenario. Les acompañó un grupo de la Banda Municipal de Txistularis y un dantzari del grupo local Kezka, que bailó un aurresku. Gallastegi lanzó al aire la chapa que decidió quién efectuaba el primer saque. La suerte acompañó a Irujo.

En las gradas estuvieron pelotaris que han hecho historia en el Astelena, como Ladis Galarza, Antxon Maiz y Fermín, compañero de Gallastegi durante muchos años. Joxean Tolosa estuvo de comentarista de ETB, con su inseparable Xabier Euskitze. Se echó de menos la presencia de más campeones, algo en lo que quizá Aspe debió incidir más, para dar mayor brillo aún al acontecimiento.

Iñaki Aldazabal, ex profesional eibartarra, el bombardero de Arrate, tampoco faltó a la cita, lo mismo que Enrique Gil, veterano manista elgoibartarra que reside en Iparralde. Pese a la distancia, acudió fiel a la cita con un frontón que no olvida. A la salida del frontón nos encontramos con el azkoitiarra Carretero, que hablaba por el móvil. «Hay que estar con la modernidad», apostilló. Le acompañaba José Luis Olaizola, amigo inseparable de Atano XIII, actual seleccionador de material.

A todos ellos les ha visto jugar Tomas Zubizarreta, veterano y agudo cronista de EL DIARIO VASCO. «Estuve hace dos semanas en la presentación de los actos del centenario, pero hacía un año que no venía al Astelena a presenciar partidos de pelota». Hizo un esfuerzo y estaba feliz.

Patxi Mutiloa, gerente de Aspe, vigilaba atento el desarrollo del programa. Cerca de él se encontraba Jaime Barriuso, presidente de la Sociedad Deportiva Eibar, que ultima el fichaje de Mendilibar como entrenador para la próxima campaña. Urtiaga, ex futbolista eibarrés de la Real Sociedad, del Valencia y del Atlético de Madrid, saludaba a sus amigos.

Un poco más abajo, Enrique Vidarte, empresario de pelota con Besagain y buen aficionado a los toros, ejercía de anfitrión con Simón Carreño, empresario taurino al que le gusta la pelota. Fue un centenario sencillo, pero con mayúsculas.

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