El último libro de José Javier Albisu recoge el nacimiento de la modalidad
Diario de Notiicas
«Quiero que este trabajo sea un homenaje a Juanito Moya», explica el autor
El remonte cumple este año sus cien primeros años. La modalidad navarra, la que inventó Juanito Moya y comenzó a jugarse en la vieja Pamplona de comienzos del siglo XX, afronta su cumpleaños empeñada en mantener su peso dentro de una cartelera pelotazale cada vez más monopolizada por la mano profesional.
Para poner su granito de arena en esta labor, José Javier Albisu no descansa y se come las noches y los días buscando en los archivos y escribiendo libro tras libro. Tiene ya cinco en las tiendas, todos ellos dedicados al remonte; el último de ellos supone un homenaje al nacimiento de la modalidad y a su inventor. La evolución de la herramienta y los pelotaris en la Pamplona de los siglos XIX y XX es un repaso a las pequeñas historias de un tiempo y una época en la que las actuales modalidades de la pelota comenzaban a perfilarse.
El libro arranca a mediados del siglo XIX. Pamplona era entonces una ciudad de apenas 25.000 personas y contaba con varios recintos destinados al juego de la pelota. La construcción de los nuevos frontones, algunos duelos legendarios, imágenes de la época y un repaso a los antecedentes históricos del juego nuevo componen el inicio del libro. Son historias entrañables, escritas desde el cariño. Una de las primeras refiere al guantista guipuzcoano Manuel Lecuona (Urchalle) y su memorable partido contra el palista navarro Caballero Ocón en los sanfermines de 1851.
A partir de entonces el libro va desglosando algunos de los acontecimientos pelotazales de la época, desde la inauguración del Beti Jai madrileño hasta la definitiva transformación del guante en el remonte. Aquel verano de 1904 en que el remonte sustituyó al guante explica un cambio del que había de surgir la modalidad más importante de la primera mitad de siglo. Más ligero, manejable y eficaz que el guante, el remonte pronto alcanzó una notable popularidad. Moya, buen jugador de guante, decidió acudir a uno de los encuentros con su invención, y todos quedaron encantados por la velocidad que imprimía a la pelota. En los meses siguientes, los principales frontones comenzaron a alternar el guante y el remonte.
Homenaje a moya Albisu, que ya escribió acerca de Raúl Jiménez, uno de los mitos del remonte ha planteado su último libro «como un homenaje póstumo Moya, gran persona y fenomenal pelotari». Moya nacido en Pamplona en 1879 «fue un hombre polifacético, que desempeñó varios trabajos a lo largo de su vida», explica Albisu. A él están dedicados varios de los capítulos del libro, que puede ser adquirido en algunas librerías o llamando al 646 83 73 48 del autor.
Como sus predecesores, el libro de Albisu incluye numeroso material gráfico rescatado de publicaciones de la época y de los archivos municipal y general de Navarra. En las últimas páginas, el libro depara un sabroso anecdotario que comienza con el famosísimo Bautista de Arraioz, fenómeno de la pelota en los primeros años del siglo XIX. Desde él y hasta Ábrego y Salsamendi, figuras del remonte en la postguerra, Albisu relata jugosos encuentros, conversaciones y partidos de este y otro lado del Bidasoa y del Atlántico, como el que jugaron en Buenos Aires en 1885 Chiquito de Eibar y Paysandú. Venció Chiquito por 80-48 en un partido que se suspendió por una tormenta. >j.a.m.
las fechas
l 24 de enero de 1909. En esta fecha se jugó el partido inaugural del Euskal Jai de la calle San Agustín. Pasieguito y Gamborena vencieron por 50-40 a Ezeiza y Murillo.
l 25 de junio de 1929. En los primeros años los partidos del Euskal se decidían mediante juegos, como el tenis. Sin embargo, a partir del 25 de junio de 1929 se estableció que el primer partido se jugará a 50 tantos y el segundo a 45.
l 2 de abril de 1950. El fallecimiento de Juan Moya a los 71 años también se recoge en el libro.