Olaizola II acumula 13 triunfos consecutivos en la ‘jaula’ | Es el pelotari que más endurece los partidos en esta modalidad | Se enfrenta mañana a Barriola, al que venció en la final de 2002
P. A. / La Estafeta de Navarra
Abel Barriola vivió una situación curiosa el martes pasado en San Sebastián. El de Leitza respondía a las preguntas de los periodistas tras la elección de material previa a su partido de mañana, en el que se enfrentará a Aimar Olaizola, hasta que llegó un momento en el que dijo basta. «¡Me lo estáis poniendo…! Sí, Aimar define muy bien y resta también muy bien… y quizá no es el mejor en nada, pero todo lo hace bien. Es muy completo, tiene mucha paciencia, goza mucho la pelota y confía en sí mismo. Pero a mí no me importa quién sea el favorito. Los dos empezamos de cero», señaló.
Barriola reaccionaba así en una rueda de prensa en la que salieron a relucir las numerosas virtudes de su rival de mañana en la jaula, Aimar Olaizola: es el mejor restador del campeonato (tan sólo dos saques encajados en cuatro partidos); el pelotari que más endurece sus encuentros (1.220 pelotazos, 305 por partido);y el segundo que menos tantos ha encajado (33 tantos, a 8,25 por encuentro).
Estos datos vienen avalados, además, por sus anteriores actuaciones en el Cuatro y Medio: Olaizola II no disputó el torneo del año pasado debido a una lesión, pero fue el campeón en 2002, tras imponerse en 9 partidos. Y entre ese torneo y el actual, lleva 13 encuentros invicto, después enfrentarse a rivales como Beloki, Unanue, Nagore, Esain… o el propio Barriola (al que derrotó dos veces en 2002, en la liguilla y en la final).
Un pelotari sin defectos. Su táctica es la del pelotari que se ve muy superior: arriesga lo mínimo, a la espera a que su rival falle o le deje pelotas francas: todas sus victoras están cortadas por el mismo patrón. «¿Si tengo un plan contra Aimar…? Bueno, el plan es echar la pelota donde no está él, pero luego la práctica es difícil –dijo Barriola–. Ataca muy bien, pero lo mejor que tiene es la defensa. Cuento con ello».
El zaguero de Leitza está con confianza: le imprime mucha velocidad a la pelota, sabe sufrir en la cancha y acaba el tanto con decisión, como ha demostrado en sus cuatro encuentros (ha encajado sólo 30 tantos, a 7,5 por partido. Sus cuatro encuentros suman 853 pelotazos, a 213 por choque). «Está claro que no es fácil meterle el tanto, pero hay que intentarlo. Es como el saque: resta bien, pero por eso tengo que intentar sacarle el mejor provecho a mi saque», señaló Barriola, que es el más hábil en esta faceta (24 tantos, a seis por encuentro).
Capellán, el último. Encontrar las claves de cómo ganarle a Olaizola II en la jaula resulta complicado, pero Miguel Capellán puede dar algunas: es el último que le derrotó en el Cuatro y Medio (el 22 de octubre de 2000, por 22-16 en el frontón Adarraga de Logroño). «Le gané a base de enredar y de buscar las esquinas. Me puse por delante desde el principio, me dediqué a darle a la pelota de voleón y de gancho y Aimar entró en mi juego», recuerda el delantero riojano. «De todas formas, de cuatro años a esta parte, Aimar es un pelotari distinto, como se vio en la pasada Feria de San Mateo, cuando le ganó sin complicarse a un especialista del juego de aire como Titín III», añade.
Según Capellán, que fue eliminado en cuartos de final precisamente por Olaizola II, el de Goizueta es el favorito a la txapela este año. «Está un punto por encima de los demás», asegura, aunque no descarta a Barriola. «El juego de Abel le tiene que incordiar mucho. Le da una gran velocidad a la pelota y define muy bien. Puede dar la sorpresa», concluye.