Frelín, presidente del Club Deportivo, reconoce la posibilidad de acortar el frontón para jugar a mano
Joseba Fonseca / El Mundo Deportivo
Los ecos de las denuncias lanzadas el miércoles por Aitor Totorika en torno a la posibilidad de reconvertir el frontón del Club Deportivo en una cancha corta para la práctica de la pelota a mano siguen calientes. Ayer, MD contactó con Ricardo Frelín, presidente de la entidad que en los últimos años ha acogido en su sede los festivales de pala organizados por Eusko Basque. “No hay nada oficial”, se apresuró a señalar el dirigente, si bien acuñó una expresión que deja bien a las claras por donde van los tiros: “Cuando el río suena, agua lleva”.
El frontón de mano en Bilbao es una vieja aspiración que la Diputación Foral está empeñada en materializar. Tras frustarse la originaria opción de la Plaza del Gas para su ubicación, las instituciones buscan alternativas para encontar un sitio a dicha instalación. Ante la escasez de terrenos disponibles, la del Club Deportivo se ha convertido en una seria opción para que el ‘Botxo’ se integre en el circuito de la mano profesional. Desde el órgano que preside José Luis Bilbao se contempla la posibilidad de llegar a un acuerdo con el Deportivo, pero de llegar a buen puerto, éste necesitaría de la aprobación de sus socios. “La cosa parece que va hacia delante. En caso de formalizarse este proyecto, lo llevaríamos a la asamblea”, señala Frelín, quien recuerda que la idea de remodelar el frontón ya se había barajado con anterioridad en la entidad, a fin de construir otras instalaciones en el espacio ganado a la cancha. Así, la operación podría resultar altamente beneficiosa para el club.
De momento, el contrato de explotación del frontón de Alameda de Rekalde en favor de Eusko Basque sigue vigente hasta julio de 2005. Pero los contactos entre Diputación y Club Deportivo siguen vigentes -“hace pocos días estuve hablando con los responsables de la Diputación”, confesó Frelín- y todo apunta a que los días de la pala en el tradicional recinto bilbaíno, el templo del ‘leño’ durante tanto tiempo, están contados