Cuando ganar es un hábito

P. A. / La Estafeta de Navarra

Aimar Olaizola acumula un 75 por ciento de victorias en 2004, el porcentaje de triunfos más alto entre todos los pelotaris profesionales. Ocupa el cuarto puesto en la lista que elabora ‘manista.com’, por detrás de Titín III, Xala y Martínez de Irujo, y cuenta con muchas opciones de superarlos a todos al término del Campeonato del Cuatro y Medio.

El menor de los Olaizola es infalible en la ‘jaula’: pétreo en la defensa e infalible en el remate. Por parejas, pierde de vez en cuando (una vez cada cuatro partidos, para ser exactos), pero también es cierto que suele tener peor compañero que el rival: el precio de ser figura. Y hay partidos en los que parece invencible (sobre todo en el Cuatro y Medio). Sin embargo, quizá sea ahora el momento de recordar que, en ese 75 por ciento de triunfos, ha habido momentos complicados.

El pasado Manomanista fue para él un ‘via crucis’. No tenía chispa en su brazo derecho, resentido después de insistentes problemas con las lesiones musculares, y así, mermado, jugó partidos muy exigentes a todo frontón. Julián Retegui suele decir que los verdaderos campeones dan la talla incluso cuando no están en forma, y él, a pesar de no estarlo, tuvo opciones de alcanzar la final del mano a mano hasta el último día (cayó ante Xala por 22-18). Tuvo un borrón, el famoso 22-1 que le endosó Martínez de Irujo, pero el resto de su año es impecable.

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