Por primera vez, un francés jugará la final. El Labrit fue el frontón más visitado y Asegarce perdió 11 de 14 partidos (JUan Ángel Monreal en Diario de Noticias)
DENTRO de dos semanas terminará el mano a mano que ha roto con todo lo establecido. No jugará la final ningún campeón anterior y uno de los dos, además, será francés. Yves Xala y Juan Martínez de Irujo han hecho historia en una competición con muchas claves para analizar.
Muy poca igualdad
Salvo que la final sorprenda y deje un espectáculo memorable, el Manomanista de 2004 no será recordado por la calidad de sus partidos. Apenas ha habido igualdad y los resultados amplios se han sucedido. El más abultado, el 22-1 que le endosó Martínez de Irujo a Olaizola II en la semifinal del Ogueta. No hubo ningún 22-21, ni siquiera un 22-20. Lo más ajustado fueron dos 22-19, que tampoco resultaron sinónimo de calidad. El de Irujo a Agirre mereció la pena, pero no así el de Xala a Eugui.
Dominio de los delanteros
La del 6 de junio será la primera final entre dos delanteros de las últimas dos décadas. Julián Retegui y Roberto García Ariño disputaron en 1982 la última, con victoria clara para el delantero de Eratsun. En esta ocasión los cuatro semifinalistas eran delanteros, algo que no ocurría desde los años 40. El fracaso de Barriola, y Patxi Ruiz y la ausencia de Beloki abrieron las semifinales más que nunca.