DETERMINANTE ALVARADO Y DOMINANTE TABAR PARA LA VICTORIA DE AMBOS EN EL MEMORIAL EUGENIO RAFAEL
15-22 PARA Alvarado y Tabar que se toman la revancha de la derrota del año pasado en el IX Memorial Eugenio Rafael
Buena final con resultado favorable a la pareja azul frente a Mikel y Altuna, vencedores el año pasado. El año pasado dominó Altuna y Mikel remató la faena. Ayer, en el meridiano del choque, el navarro Tabar, campeón del mundo el año pasado con Yoldi, se asentó de tal manera al juego y al frontón que permitió el lucimiento de su delantero Unai Alvarado ante el combativo Mikel desde el dominio en su particular duelo ante Altuna, un zaguero poderoso extrañamente errático en la tarde de ayer.
Mucha igualdad hasta el tanto 8, donde hubo empate después de un peloteo no muy largo donde combinaban bien los aciertos y los fallos. Ya se veía que no iba a haber un claro dominador desde los cuadros traseros mientras que delante Mikel y Alvarado se dedicaban a fastidiarse la tarde.
A partir de ahí, Altuna bajó el pistón mientras Tabar mantenía el tono y subía las prestaciones, más hecho a la cancha y hasta al material. Entonces surgió la figura de Alvarado, determinante y rematador frente a un Mikel rendido a la evidencia.
En la jornada en la que se despedía del “arbitraje” el juez Ortiz, se disputaron por delante otros dos partidos. En el primero de ellos Madrazo y Suso vencían en categoría cadete a Bordege y De la Serna, 22-11, destacable la actuación del delantero colorado, y en el segundo de ellos, en el enfrentamiento sub 22, Sevilla e Isasi vencían 22-21 a Ibarrondo y Agirre cuando lo tenían todo en contra. Con casi todo hecho, 12-20 y 14-21, el partido entró en barrena en el último tramo, en el que los delanteros no terminaban de rematar nunca la faena, más potente Ibarrondo –gran partido el suyo, justo hasta el final- y artista Sevilla, quizá demasiado empeñado en jugar bonito frente a la eficacia. Después de ese 14-21, los rojos apretaron el acelerador para imponerse 22-21.
Emotiva despedida al juez Ortiz y numeroso público en el frontón del barrio de Zaramaga que echó de menos el habitual homenaje gastronómico de pinchito jamón y sorbito de buen vino. Ayer no estaba permitido.
Vía Federación Alavesa