Martínez de Irujo y Olaizola II se juegan el domingo el campeonato Manomanista, que dominan con 35 títulos los pelotaris de Navarra
TINO REY/El Correo
Todas las grandes pasiones que desde el año 1940 destila el Manomanista, la competición reina de la pelota a mano, se concentrarán el próximo domingo en el frontón Atano III de San Sebastián. Dos pelotaris navarros -Juan Martínez de Irujo y Olaizola II–lucharán hasta la extenuación por lograr la seductora ‘txapela’ de la modalidad.
Los pelotaris del Viejo Reino de Navarra vienen ejerciendo un poderío incontestable desde 1969, año en el que Juan Ignacio Retegui obtuvo el primer título para la comunidad al derrotar (22-8) a Atano X -más conocido en el argot pelotazale como ‘Atanillo’- en el frontón Municipal de Bergara. El de Erasun, muy fuerte con las dos manos, hizo trizas con su espectacular volea, al delantero de Azkoitia que hasta entonces había dominado los frontones.
35 títulos de 37
Desde ese año, los pelotaris navarros han obtenido 35 boinas de las 37 que se pusieron en juego. Una estadística abrumadora y sonrojante para el resto de las provincias en la que se juega esta modalidad. Sólo en dos años cedieron el cetro. En 1977 Iñaki Gorostiza, el fortísimo zaguero de Axpe Marzana, rompió su hegemonía.
Juan Mari Bengoetxea, con dos ‘txapelas’ (78 y 79), volvió a llevar la alegría a los pelotazales navarros. Luego encadenó nueve años fascinantes, de 1980 a 1988, el pelotari más laureado de la historia, Retegui II. Al año siguiente, Joxean Tolosa doblegaba (22-19) a Julián Retegui, que sin embargo logró otros dos entorchados más: 1990 y 1993.
Desde esa fecha Navarra ha ejercido una superioridad absoluta. Todos los títulos, quince en total, han pasado a engrosar sus repletas vitrinas. Y el de 2005 seguirá el mismo camino, porque dos de sus finalistas, Martínez de Irujo y Aimar Olaizola, han nacido en las fecundas tierras de la comunidad foral.
Cosa de guipuzcoanos
Curiosamente en el año que se oficializó el campeonato, 1940, en Navarra no se practicaba la modalidad de mano. Hasta que el zurdo de Erasun en 1969 materializó su primer éxito, el Manomanista había sido cosa de guipuzcoanos con 12 ‘txapelas. Vizcaya durante este trayecto se adueñó de ocho ‘txapelas’, seis de Hilario Azkarate y dos de Jesús García Ariño.
Álava abrió la puerta de la gloria de la mano del llorado José María Palacios ‘Ogueta’, que en 1958 y 1959 con sus triunfos sobre Arriaran II y García Ariño I, pintaba de colorido la competición.
Antes, en 1953, ‘Barberito’ el delantero de Baños de Río Tobía llevaba hasta La Rioja el mayor blasón pelotístico por renuncia del vizcaíno Miguel Gallastegui.
El día 5 de junio, cuando el reloj del Atano III sobrepase las 18,15, les habrá llegado la hora a los dos mejores delanteros de la modalidad. Martínez de Irujo, vigente campeón, tiene de rival a Aimar Olaizola, que desconoce el sabor de la victoria.
El de Ibero, favorito
El de Ibero, según los técnicos, «está capacitado para marcar una época». De momento ha puesto una pica muy problemática de igualar. Al año y una semana de debutar en el profesionalismo, con 23 años, se hacía con su primer título al imponerse (22-12) al vasco-francés Xala. Tiene un abanico de recursos extraordinarios. Esta será su segunda final.
Aimar Olaizola, 25 años, también afrontará su segunda finalísima. La primera la jugó arrastrando una grave lesión en el dorsal ancho de la espalda, en 2003, ante Patxi Ruiz. Fue vapuleado por el zaguero estellés, 22-7. Tiene dos campeonatos dentro del cuatro y medio, pero le falta el de toda la cancha para ser estrella rutilante de la pelota.