Pablo Almárcegui/Remonteberri
El zaguero Jon Eizagirre (Zarautz, 1966) colgará el remonte el mañana sábado en el frontón Galarreta, tras una carrera de 23 temporadas (debutó el 6 de julio de 1985, en el Euskal Jai Berri) jalonada por cuatro txapelas en el Parejas y una en el Individual-Torneo Casino Kursaal. Se va uno de los grandes.
¿Qué siente ante su despedida?
Lo llevo bien, sin traumas. Espero estar igual cuando llegue el partido, jugar bien y ganar. Es mi despedida, pero no hay que andarse con chiquitas.
A sus 42 años, le toca dar el callo hasta el final.
Sí, supongo que si he aguantado tantos años en el remonte, será por algo. La despedida era algo esperado, he tenido muchos problemas de lesiones en los últimos años, demasiadas roturas de fibras en el gemelo. La próxima podía ser ya una lesión muy importante; lo mejor era dejarlo.
Ha rendido bien en el Torneo Tejados Aoiz, el Oficial de Parejas: llegó a semifinales, con Altuna II.
Sí, pero venía de una nueva lesión. Si me hubiera pillado un mes después, podía haber hecho algo más.
Debutó el 6 de julio de 1985, ¿pensaba en una carrera tan larga?
No, al principio vas por etapas, a cumplir metas: primero subir a los cuartos partidos, luego pasar a los terceros… Fui muy poco a poco. A los seis años se lesionó Imanol Mujika en vísperas de jugar el Parejas, y llegó mi oportunidad.
Fue la txapela que ganó con Elizalde, en 1992.
Sí, me salió el campeonato de mi vida y ganamos el título.
¿Cómo empezó en el remonte?
Con 14 años, junto a otros tres chicos de Zarautz. Como eran un poco mayores, ellos iban a Galarreta, pero yo jugaba en el pueblo gracias a la insistencia de mi padre. En un par de años pasé a Galarreta, donde aprendí con Telesfoso Arregi. Me metía bastante caña, más que otros. Me decía que, si no sacaba bien, me mandaba para casa… y yo apretaba.
¿Su especialidad ha sido el saque?
No sé… es una jugada que depende mucho del material: tiene que haber pelota fuerte para hacer daño. Es un arma más del juego, porque el remonte no sólo es pegar y pegar, eso aburre a todos. Hay opciones, echar al dos paredes, las cortadas… He intentado jugar a pelota.
¿Recuerda su debut?
Fue un buen partido, pero perdí por 35-34 con Lasa contra Noain-Regueiro, en el Euskal. Parecía que se acaba el mundo, pero fue el primero de unos 2.000 partidos.
¿Con qué partido se queda?
Gané el Parejas con Altuna I, que siempre llegaba a la final y la perdía… teníamos que conseguirlo como fuera. Me acuerdo también de la final del Torneo Casino Kursaal de 2003 contra Ezkurra. Había perdido cuatro finales, pero ese día me salió todo perfecto.
¿Un compañero?
Mujika II, un gran amigo y un zaguero que iba para arriba. Falleció por un cáncer.
¿Un delantero?
Al principio coincidí mucho con Aranburu, era muy pelotari. Luego, con Altuna I y Bitoria, dos grandes pelotaris; las malas rachas acababan si jugaba con ellos.
¿Un rival?
Saldias, un zaguero que hacía mucho daño con su saque, lo ejecutaba desde el ancho y la pelota iba un poco por encima de la chapa. Costaba ganarle.
¿Ha cambiado mucho el remonte?
Sí, ha cambiado la pelota, la cesta y la forma de jugar. Además, antes los remontistas eran más artistas, mientras que ahora prima más el músculo, la gente está mejor físicamente.
¿Su ídolo?
Siempre me he fijado más en los zagueros. Creo que Mujika I fue el pelotari, y también me marcaron el saque y el pundonor de Agerre. Pero el más completo de todas las modalidades de pelota es Koteto Ezkurra, tiene unas piernas y una cabeza privilegiadas. Le faltan contrarios, y le perjudica que las pelotas sean tan secas.
¿Algún remontista de futuro?
Hay que dar oportunidades, pero hay que demostrar las cosas durante todo el año: cuando se ve al verdadero pelotari es cuando está mal, entonces se ven sus recursos. Urriza y Urrutia tienen juego y potencial para ir hacia arriba y jugar contra Ezkurra.
un jugador extraordinario que siempre sera recordado por la calidad de su juego!