Los muchos espectadores que se acercaron en la tarde del jueves al frontón Jostaldi de Hondarribia pudieron presenciar un curioso e igualado duelo de velocidad entre el golfista Txema Olazabal y el puntista Imanol López. El desafío, que cayó del lado de Olazabala por sólo un kilómetro por hora de diferencia, se enmarcaba en un festival solidario cuya recaudación iba destinada a la asociación benéfica Sport Mundi.
Olazabal, presidente de Sport Mundi, se llevó el desafío, pero con suspense. Y es que López empezó con 230 kilómetros por hora y el golfista contestó con 241. En el segundo intento, 240 para el zumaiarra y 241 de nuevo para el hondarribitarra. Y a la tercera, las mejores marcas para cada uno. 243 López colocándose por delante en el marcador pero 244 para Olazabal ganando definitivamente el pulso de la velocidad.
El ganador explicó que “cuando me propusieron participar en este desafío me pareció una cosa extraña y hasta me daba algo de miedo, por dónde iría la bola. Pero merecía la pena intentarlo y en las pruebas ya vimos que no había peligro. Lo de menos es que haya ganado yo. Lo mejor es que se ha visto un duelo bonito y que la recaudación va para el proyecto Etiopía-Utopía”.
Para Imanol López también fue un día especial. “Nunca hubiera imaginado que meteríamos a Olazabal en el frontón, cuando habitualmente desarrolla su actividad al aire libre. Ha sido un duelo interesante y si el récord está en 302 kilómetros por hora (el vizcaíno José Ramón Areitio a finales de los setenta en el Newport Jai Alai de Rhode Island), igual es porque se midió de otra manera o porque aquellos comían más chuleta”, bromeó.
– Y PRECIOSO PARTIDO
Como colofón se pudo ver un precioso partido, entre cuatro de los mejore pelotaris de la empresa Jai Alive. Erkiaga-López se impusieron 30-26 a Egiguren-Hernández. Fue un partido jugado con ritmo alto y también algo enredado, en el que los delanteros tuvieron que cerrar huecos atrás. Se vieron tantos de bella factura y quizás en el resultado pudo pesar la lesión de Mikel Egiguren, que se pegó con la barandilla en la boca del estómago pero pudo continuar.