El Labrit ha vibrado hoy como en sus mejores tardes con las finales del Laboral Kutxa Emakume Master Cup de San Fermín en una velada que ha salido a pedir de boca. A pesar del atracón de pelota que está viviendo estos días, la bombonera iruindarra se ha llenado, con gente en la puerta sin poder entrar por estar completo el aforo, señal de que la mano femenina sigue avanzando a pasos agigantados. Si el año pasado llenar el primer piso de la cancha pamplonesa ya fue un éxito, el paso de esta segunda edición habido gigantesco.
Poco más se le puede pedir a la final de primera, un duelo con todos los ingredientes, tensión, emoción, calidad, ritmo y hasta una épica remontada en la que solo las campeonas Iera Agirre y OIhana Orbegozo parecían creer cuando Amaia Jaka y Maite Ruiz de Larramendi se han adelantado 19-11. La delantera de Leitza, la más determinante de la final, cerró con una cortada sobre la chapa un partido intensísimo que ha terminado con el Labrit puesto en pie.
Y es que, ni el mejor guionista hubiera podido idear una final más atractiva, en la que se ha demostrado que el jugar con pelota goxua no es impedimento para ofrecer un espectáculo de primer orden, con un partido de 65 minutos de duración.
A pesar de que ha sido un partido jugado a tacadas, el comienzo ha sido equilibrado hasta el 7-10, momento en el que una pareja novedosa como la compuesta por Amaia Jaka, debutante en una competición Emakume Master Cup, y la veterana Maite Ruiz de Larramendi, que defendía txapela, se han ido hasta el 19-11 que parecía definitivo. Lejos de desfondarse, la pelotari de Eulate ha impuesto el ritmo del partido a base de estirar la pelota y el triunfo parecía suyo, pero la electricidad de Iera Agirre y la tenacidad de Oihana Orbegozo han conseguido una remontada imposible. La delantera de Leitza ha comenzado a arriesgar en ataque, el acierto le ha acompañado y han obtenido un gran triunfo.
En la final sub 18, la competitividad de Katixa Agorreta-Arrate Bergara les sirvió para hacerse con unas txapelas que se les habían puesto muy cuesta arriba cuando Eider Salbide y Olatz Ruiz de Larramendi se han adelantado 7-0. La zaguera de Eulate, acostumbrada a jugar partidos de primera, parecía dispuesta a imponer su golpe sobre la cancha del Labrit, pero las azules han sabido reaccionar. Les ha costado hacer su primer tanto pero, una vez conseguido, han entrado al partido.
Ya en la semifinal tuvieron que remontar su partido en Estella y hoy lo han vuelto a hacer en la final. Aunque sin el golpe de Ruiz de Larramendi, Arrate Bergara ha demostrado ser muy pelotari y, además de aguantar las embestidas de su par, ha sabido buscarle las cosquillas arrimando mucho la pelota a pared izquierda.
A su vez, ha acertado a buscar a Salbide en el ancho y, poco a poco, han ido metiéndose en el partido. Con algo de suerte en alguna escapada, el primer empate en el marcador se ha producido en el abrazo a 12, tras una pelota que Eider Salbide no ha podido recoger del ancho. A partir de ese instante, los nervios han atenazado a las rojas, las dos delanteras solo tienen 13 años, y las campeonas han seguido a lo suyo hasta hacerse con el triunfo.