La txapela del Memorial Goñi era una de los hitos que Eneko Labaka tenía entre ceja y ceja, una cota importante en su impresionante palmarés que consiguió hoyar en una emotiva fantástica velada que puso fin a la edición más complicada del torneo zumarragarra, al imponerse junto a un buen Sarasa que supo acompañarle a Mata Gascue por 22-15. En categoría promesas, Javi Oscoz se caló la txapela del cuatro y medio tras vencer a un precipitado Ruiz de Larramendi por 18-22. Por su parte, Cruz Oliveira alargaron su hegemonía en el Torneo Popular en una noche en la que el club Beloki homenajeó al equipo de Zumarraga que hace 50 años ganó el primero de sus dos Interpueblos de mano de Gipuzkoa. A pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia sanitaria, el complicado pero a su vez satisfactorio camino emprendido el 26 de febrero tuvo el broche que se merecía.
Y en un festival con tantos puntos de atención, el pelotari que más brilló fue el delantero de Albiztur, que dominó los tiempos de la final de elites, en la que no solo jugó muchísimo, que lo hizo, sino que además hizo jugar a su compañero Sarasa, quitándole muchas pelotas malas y dejándole gozar las más apropiadas, llevándose con todo merecimiento el premio Kirolzale al pelotari más destacado con todo merecimiento. El delantero guipuzcoano tomó el mando del partido desde el primer instante, primero sacando provecho a las carencias defensivas de Mata y gestionando después la renta que obtuvieron de inicio (8-2). Los navarros Mata-Gascue, por su parte, adolecieron de esa falta de entendimiento que sí tuvieron sus rivales, no terminaron de hacer pareja, cometieron demasiados errores, siete cada uno, y así resulta imposible superar a un Eneko Labaka muy motivado. Y eso que el de Iruñea y el de Larraintzar tuvieron sus momento, que les llevó a acercarse 18-15 tras descolgarse 18-8. Fue el tramo en el que pudo soltar esa preciosa derecha, abrir huecos que un Mata resolutivo acertó a aprovechar. Sin embargo, la desventaja acumulada les obligaba a no conceder el mínimo error, que llegó en un pelota que se le escapó arriba a Gascue en pared izquierda, y tampoco Eneko Labaka, que terminó el partido en el txoko, estaba para perdonar.
En el cuatro y medio de promesas, el navarro Javi Oskoz se callo la txapela tras vencer un peleado partido al lazkaotarra Ruiz de Larramendi por 18-22. El delantero de Lantz ya había demostrado antes que es un pelotari con mucha defensa y esa fortaleza le dio la victoria ayer también ante un goierritarra al que los nervios le pasaron una mala jugada en un partido en el que lo hizo prácticamente todo,lo bueno –imprimiendo gran velocidad a la pelota– y malo, precipitándose y acumulando excesivos errores para un partido tan importante. Perdió 10 pelotas, cometió dos faltas de saque y así es muy difícil conseguir la victoria ante un pelotari fino que solo hizo cuatro regalos -3 fallos y otra falta-. Oskoz no jugó un partido de mucho brillo, pero supo aguantar a un rival superior en pegada que no terminó de sacar rédito a esa fortaleza.
En una edición tan complicada, la organización quiere agradecer el intachable comportamiento de pelotazales, pelotaris, jueces y colaboradores, que han sido los responsables de que un año más, la mejor pelota aficionada haya tenido su cita con el Beloki de Zumarraga.