AimarOlaizola levanta un 3-11 ante titín III y da un paso de gigante para jugar la final
El delantero de Goizueta ofrece una lección de resistencia física y defensa ante un rival que remató como nunca
Pablo Almárcegui / Diario de Noticias
Sólo un pelotari que reúne la resistencia física de un fondista, la frialdad mental de un físico y la confianza en sus posibilidades del que se sabe el mejor podía remontar el partido de ayer en el Adarraga de Logroño. Es decir, sólo Aimar Olaizola podía ganarle ayer a Titín III en el Cuatro y Medio, un Titín que estaba en la gloria: enrachado con sus remates, con un 3-11 a su favor y jugando en casa, con un Adarraga repleto y fuera de sí, enardecido con su gran ídolo.
La historia del encuentro es la del líder que da un golpetazo en la mesa cuando todo el mundo se le subleva, se harta y decide arrasar con todo lo que le rodea. Aimar Olaizola llegaba a Logroño con la moral tocada, después de una derrota que había interrumpido su formidable racha de dieciséis encuentros abrazando el cartón 22. La derrota ante Patxi Ruiz en la primera jornada de la liguilla cuestionaba la supremacía del actual campeón de la jaula ; y en ésas, llegó Titín con su vendaval de juego y su festival de remates.
el genial arranque de Titín Podría pensarse que Aimar sufrió una pájara descomunal en el arranque, pero lo cierto es que no; simplemente, Titín estuvo genial. El delantero riojano ofreció lo más granado de sus inagotables recursos rematadores, especialmente con su mano izquierda, con la que envió ganchos inalcanzables. Así, el delantero de Tricio llegó con una suficiencia insultante hasta el 3-11, ante un Olaizola II que no daba crédito a todo eso. Titín parecía una máquina.
Cualquier otro habría dado el asunto por perdido, pero no el goizuetarra. Su rival cedió por fin en su acoso con una pelotazo que sobrevoló la línea de pasa; Aimar acudió al cestaño, cogió su pelota y comenzó a aplicar lo mejor de ciencia: muchos pelotazos a buena, paciencia, mucha defensa y oportunismo, las virtudes que le han hecho único en la jaula .
Dos materiales, dos partidos Así comenzó el navarro su portentosa remontada, en un parcial de 19-3 a su favor que le llevó en volandas hasta el triunfo. Aimar obligó a pelotear bastante más que con el material de Titín y maduró a su rival hasta hacerle errar una y otra vez en defensa. Ésa fue, tal vez, la mayor diferencia entre ambos, la mayor capacidad de Aimar para soportar tantos largos. Mientras el goizuetarra parecía ir a más conforme el encuentro se endurecía, el riojano fue perdiendo el resuello hasta quedarse en nada.
Al término del encuentro, las declaraciones de Titín III en torno a las pelotas con las que se jugó el encuentro estuvieron muy subidas de tono. El derrotado cargó duramente contra el material escogido por Aimar Olaizola y cuestionó el rigor de la competición regida por la Liga de Empresas de Pelota Mano (LEPM). El cuento de nunca acabar.
Titín III, en el suelo, observa a Aimar Olaizola al acabar un tanto.Foto: clara larrea
olaizola II22
Titín III14
Duración 1 hora (17 minutos de juego).
Saques Dos de Olaizola II y tres de Titín III.
Pelotazos 350.
Tantos en juego Diez de Olaizola II y ocho de Titín III.
Errores Dos de Olaizola II y diez de Titín III.
Marcador 2-0; 2-9; 3-9; 3-11; 15-11; 15-14; 22-14.
Incidencias Gran ambiente en el Adarraga de Logroño. Lleno.