«No he sufrido ningún otro mareo tras el partido», confiesa el de Goizueta «No me vi bien y noto que me falta algo de chispa en la derecha»
JOSEBA LEZETA/Diario Vasco
El terrible golpe cerca de la sien que sufrió Aimar Olaizola contra la pared izquierda del Labrit parece haberse quedado, por fortuna, en un susto. Y en un chichón importante. «El domingo tenía un chichón grande», apunta el de Goizueta. «Me ha bajado, pero no ha desaparecido. Si me toco en la zona de la cabeza que me golpeé, aún noto dolor. Normalmente, mejorará con el paso de los días. Pienso que no va a afectarme para los próximos partidos».
En el momento de golpearse con la pared sufrió un mareo que le hizo dirigirse a los vestuarios del Labrit ligeramente grogui. La evolución del pelotari ha sido buena: «No he sufrido ningún otro mareo después del partido. Sí he tomado antiinflamatorios. La noche siguiente al encuentro me levanté un par de veces de la cama porque así me lo recomendó el médico. Me encontraba bien y no ha sido necesaria ninguna radiografía».
El choque contra la pared trajo a la memoria de Olaizola II un incidente similar que padeció hace seis años y medio, el 22 de mayo de 1999, en Sunbilla. Aimar jugaba con Ceceaga frente a Titín y Apeztegia. Corrió hacia la pared izquierda y se dio de lleno contra ella: «Entonces estuve dos días ingresado en un hospital. Recibí el golpe seis centímetros más abajo que éste y me abrí una brecha en la cabeza. Me trasladaron en ambulancia».
Al margen de permanecer atento al golpe en la cabeza, Aimar Olaizola ha tenido tiempo de rebobinar el partido contra Patxi Ruiz. El de Goizueta se encontró a disgusto en el Labrit: «No me vi bien. Estuve bastante incómodo. Cometí un par de pasas al principio y no cogí la distancia en ningún momento. Me sucedió algo parecido en la eliminatoria contra Koka. Además, noto que me falta algo de chispa en la derecha. He andado bien de golpe durante todo el verano, pero quizá ahora no estoy con ese punto».
Al ser pelotari de muchos recursos, se planteó aprovechar el saque-remate. Pero encontró dificultades: «Patxi Ruiz cogía altura con el resto y me quitaba el aire. En el peloteo dominaba él y así resulta difícil buscar el aire. Para eso tengo que darle más. Patxi dio velocidad a la pelota con las dos manos y yo le di facilidades».
Aimar, en apuros
La derrota en la primera jornada de la liguilla de semifinales mete en apuros a Aimar Olaizola. Su próximo rival será Titín en un partido convertido en todo o nada. Aspe, a quien corresponde organizar el partido, lo lleva además a terreno riojano, al Adarraga de Logroño, frontón que no disgusta a Aimar aunque conoce el ambiente que se va a encontrar: «Siempre digo que me gusta el Adarraga. Pero también soy consciente de que se trata del mejor frontón para Titín, por sus características, por el ambiente… En la feria de San Mateo del año pasado jugamos un cuatro y medio. Gané, pero con bastantes apuros».
Olaizola II y Titín han disputado dos duelos dentro de la jaula en Logroño. En 2004, el de Goizueta venció por 22-19. En 1999, el de Tricio se deshizo de Aimar por idéntico resultado: 22-19. Entonces, el pequeño de los Olaizola era todavía un imberbe de 19 años… Otro dato curioso: Aimar Olaizola sólo ha perdido uno de los trece últimos encuentros que ha disputado en el Adarraga.