El Interpueblos se viste de luces

Azpeitia se proclamó campeón por primera vez tras derrotar a Hernani por dos victorias a una
Decidieron los triunfos de Larrañaga-Arrizabalaga en juveniles y Beobide-Astigarraga en seniors
Joseba Lezeta / Diario Vasco

Azpeitia se proclamó campeón del Torneo Interpueblos por primera vez en la historia tras derrotar a Hernani por 2-1 en la final de la XXXVII edición, disputada ayer en el frontón Atano III de Donostia. Los azpeitiarras remontaron la derrota inicial en cadetes con sus triunfos en juveniles y seniors.

Los pelotazales azpeitiarras estallaron de júbilo al estrellarse en la chapa la volea del hernaniarra Erroizenea. Eran campeones del Interpueblos por primera vez y sucedían en el palmarés a Azkoitia, su enemigo acérrimo. Pueblo de afición taurina, se ponía en duda su facultad para ser alguien en la pelota. El Interpueblos se vistió de luces por primera vez ayer en el Atano III. Azpeitia había sido finalista en dos ediciones anteriores (1995 y 1996). Esta vez fue la vencida.

La mañana no comenzó bien para los azpeitarras, que perdieron el primer partido, el de cadetes, por un contundente 22-4. Los hernaniarras Ojuel y Grajal, posiblemente la mejor pareja de esta categoría en el presente Interpueblos, demostró su superioridad desde el primer tanto. Yeregi apenas podía levantar los saques de Ojuel y en el 7-0, los azpeitiarras cambiaron su posición en la cancha. Elustondo, todavía un infantil de 14 años, se situó de zaguero. El panorama no varió.

Ojuel se apuntó diez tantos de saque y Grajal no cometió ningún error. Todavía le resta un año de cadete. De posturas heterodoxas, es efectivo, trabajador, lleva pelotas complicadas.

A continuación se disputó el partido que, a la postre, resultó definitivo en la final, el de juveniles. Larrañaga y Arrizabalaga, dos delanteros, igualaron la final a uno con su victoria frente a Aizpitarte, todavía cadete, y Gorrotxategi por 22-18. Fue un encuentro típico de Interpueblos. Un delantero situado de zaguero, diferencias amplias, remontada, intensidad, tensión, errores, apariciones brillantes de algún pelotari…

Larrañaga y Arrizabalaga comenzaron arrolladores y se adelantaron 11-1. Con una pelota baja que permitió a Larrañaga entrar al remate, llevaron el partido al terreno que les convenía. Arrizabalaga, zaguero reconvertido, suplía su falta de colocación con arrojo. A Aizpitarte se le escaparon un par de ganchos a la contracancha y tampoco Gorrotxategi anduvo fino.

Sin embargo, los hernaniarras recuperaron el saque, pusieron en juego una pelota de mayor bote y la mañana se convirtió en noche para los azpeitiarras. Arrizabalaga se convirtió en una máquina de cometer errores, Gorrotxategi tomó el mando, Aizpitarte jugó a bote y el 1-11 se convirtió en 12-12. Hernani llegó a adelantarse, 16-15 y 18-16. Tuvo el título en su mano.

En ese momento resurgió Larrañaga, con una dejada de zurda en el txoko (19-18) y un gancho a pelota pasada que cruzó perfectamente (20-18). Fueron dos tantos decisivos.

Un solo color

Con 1-1, todo quedó pendiente del encuentro senior. Hernani alineó a Erroizenea y San Sebastian, que cubría la baja de Mendizabal, ausente por un viaje con la selección de Euskadi a Venezuela. La baja del rubio zaguero, quizá la mejor pieza de Hernani, resultó fundamental para el resultado final ya que su sustituto no aguantó la presión y completó una actuación flojísima. Perdió la friolera de quince tantos. El encuentro le quedó grande.

Beobide y el veterano Astigarraga, 36 años, cargaron el juego atrás y obtuvieron un triunfo cómodo por 22-10 frente a Erroizenea y San Sebastian. Los azpeitiarras salieron a la cancha con las ideas claras. Se dejaron de florituras, si bien Jon Beobide se lió en tres o cuatro ocasiones. Jesus Mari Astigarraga, serio y trabajador, dominó por completo a San Sebastian y eliminó a Erroizenea.

El delantero hernaniarra, ganador del último Torneo EL DIARIO VASCO de aficionados, junto al zarauztarra Oteiza, es un pelotari de gran defensa, que se maneja bien en su terreno, pero no posee golpe suficiente para variar el peloteo, para tomar la iniciativa. Este detalle quedó en evidencia en la final. Se esmeró, entró de volea y de gancho desde el cuatro. Pero encontró la defensa de Beobide o la buena colocación de Astigarraga que bajaba para defender el txoko.

Beobide y Astigarraga se limitaron a aguantar y pegar hasta que llegaba el error de San Sebastian. Eludieron el remate porque sabían que la vía de ganar era otra. Cumplieron la estrategia de Benantxio Carrera, su delegado.

Una vez visto el partido, quedó la duda de si no hubiera sido más correcto por parte de Feliciano Zabala, delegado de Hernani, alinear a dos delanteros, Erroizenea y Zabala o Alvarez. Seguramente esperaba mejor rendimiento de San Sebastian, dentro de sus limitaciones. De todas maneras, es más fácil escribir a posteriori que tomar decisiones.

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