El guipuzcoano Joxean Tolosa, vencedor hace 15 años, es el último no navarro que ha ganado la txapela | Se impuso en 1989 a Julián Retegui
Pablo Almárcegui / La Estafeta de Navarra
La presencia del francés Yves Xala en la final del Manomanista supone una nota exótica en este campeonato, dominado durante los últimos años de cabo a rabo por pelotaris navarros. De hecho, han pasado ya siete años desde que un no navarro, Aitor Elkoro, se coló en una final organizada por las dos grandes empresas a mano (1997, derrota ante Arretxe por 22-19). Y hay que remontarse hasta 1989 para dar con la última ocasión en la que un forastero se impuso en el campeonato más importante de pelota. Fue Joxean Tolosa, el pelotari guipuzcoano que le disputó cuatro txapelas a Retegui II. Tolosa perdió tres de esas finales, pero logró derrotar al de Eratsun al menos en una oportunidad. El pelotari guipuzcoano rememora aquel encuentro, hace ya 15 años.
«Fue un partido muy complicado, porque en aquel tiempo, Retegui siempre era favorito. Era superior, nunca he tenido problema en reconocerlo. Pero ese año yo estaba muy bien, había ganado el campeonato de mano parejas, y había eliminado en el Manomanista a Arretxe y Galarza. Sabía que era muy difícil ganarle a Julián, pero tenía confianza. Siempre hay un partido en el que puedes sorprender», comenta Tolosa.
El zaguero vivía su mejor momento profesional. Contaba con un golpe de derecha descomunal, y dominó a Retegui durante todo el partido. Llegó incluso a ponerse con un marcador favorable de 21-12 ante un pelotari que era ya leyenda viva, pues había ganado los anteriores nueve manomanistas. Sin embargo, en uno de sus zarpazos con la derecha se le abrió el callo de la mano. Y aparecieron los problemas. «Pasé verdaderos apuros para llegar a 22. Yo estaba a un solo tanto del título, pero Retegui sabía jugar muy bien esas circunstancias, y remontó hasta ponerse 21-19. No podía atropellar con la derecha, sólo podía empujar la pelota. Intenté hacer alguna dejada, pero Julián estaba muy encima, y siempre llegaba. Lo tuve muy muy mal», asegura Tolosa.
Finalmente, el pelotari hizo el tanto 22. «Resté el saque, y Retegui me dejó una pelota a en el cuadro tres. Entonces conseguí empalmar un gran pelotazo con la derecha. Retegui no se lo esperaba, y gané la final», describe. «En el momento no valoras en su justa medida, pero recuerdo que fue un día grande, feliz. El día soñado», asegura, aunque no pudo recrearse mucho en su triunfo en los frontones, porque a raíz de su lesión en la derecha, permaneció dos meses y medio sin jugar. «Al menos, ese día sí que lo celebramos. Comí en Donosti con la cuadrilla, y luego fuimos al pueblo, a celebrarlo. Se montó una gran caravana de coches en la entrada», relata.
Quince años después. Quince años después, Joxean Tolosa apenas juega pelota, «alguna vez cojo la pala. A mano no juego, porque una vez que lo dejas es muy difícil volver», señala. Sin embargo, continúa vinculado a este deporte; ahora, con los micrófonos por delante, pues es comentarista de partidos para la cadena ETB. Y después de retransmitir los de este año, no duda en señalar a su favorito para el domingo. «Las finales son partidos distintos, pero veo a Irujo un escalón por encima. Es un pelotari con muchos recursos, con buena pegada, y que domina la bolea y el gancho. Tiene muchos recursos, técnicamente diría que es un pelotari genial. Xala es más clásico, con la peculiaridad de que es zurdo y tiene una gran defensa. Quizá falla un poco a la hora de terminar el tanto», explica.
Tolosa resalta el «buen nivel» que vive la pelota hoy en día, aunque no entra en comparaciones respecto a su época: «No se puede comparar, porque la pelota ha cambiado. Sí diría que se juega muy bien, mucho de aire, aunque también antes había grandes especialistas en esta faceta, como el propio Retegui II, Bengoetxea IV o Ladutxe. Ahora se disputan más campeonatos desde edades tempranas, y eso ayuda, porque el pelotari coge experiencia antes».
«Un día grande». El domingo, Tolosa acudirá al Atano III, para contar a miles de personas quién es el nuevo campeón manomanista. «Tengo ganas de que llegue, es un día maravilloso, el más grande de la pelota. Ese día no hay pitos para ningún pelotari, saltan a la cancha y parece que el frontón se va a derrumbar del ambiente que hay. Lo voy a vivir a tope», asegura Tolosa, que recuerda sus sensaciones momentos antes de jugar una final. «Son partidos distintos. La prensa y los aficionados están muy encima, todo el mundo te recuerda lo mismo, la final, la cabeza como un bombo… Es un partido muy especial, todo el mundo sueña con jugarlo», asegura el guipuzcoano, el último forastero que le birló la txapela a un navarro.