Elogios para Barriola

Abel Barriola volverá a una final manomanista, la última en 2002. Ayer en el Astelena dio una lección de sufrimiento y de cómo pegar a una pelota. El campeonato del pelotari de Leitza bien merece una txapela.
La prensa pelotazale elogia el juego de Barriola.
El cielo no puede esperar (Leoné, Diario de Noticias)

Al más puro estilo de un alpinista, Abel Barriola asestó otro zarpazo a su particular montaña: el Manomanista. El leitzarra colocó los dos pies en la final de la competición reina de la mano tras derrotar a Patxi Eugui en el Astelena de Eibar y sólo le queda un paso para redondear su espectacular escalada. Con la de ayer, Barriola acumula ya cinco victorias en la presente edición del Manomanista y ha dejado en el camino, entre otros, al delantero campeón del Parejas (Xala), al defensor de la txapela del mano a mano (Irujo) y a un pelotari que ha conquistado el entorchado individual en tres ocasiones (Eugui). Una actuación sobresaliente con una clara aspiración a matrícula de honor: la txapela. Para dar más lustre a su excepcional paso por el campeonato, a Barriola sólo le queda un reto, el más importante: jugar y ganar la final. Lo demás ya lo ha demostrado en cada uno de los partidos que ha disputado.

Barriola, el imparable (Guinea, Diario de Navarra)

Comenzó el choque a favor del agoizko en el tanto más duro y peloteado del encuentro -21 pelotazos- merced a una pelota que perdió el leitzarra de derecha. Igualó Barriola tras otra veintena de pelotazos y gracias a que Eugui abrió demasiado con su zurda. La semifinal se perfilaba como una lucha atrincherada, dura y peloteada, pero no fue así. En apenas 20 minutos Barriola rompió con un 11-1 inapelable. El saque era el sustento para lograr el tanto directo, o bien forzar el saque-remate. Y en su defecto siempre quedaba el recurso de pelotear en largo y cerrar atrás al agoizko, porque en golpe Barriola siempre daba la impresión de ser superior.

«A las seis y media estamos txikiteando», dijo un pelotazale en el rebote del Astelena. Se equivocó.

¡Cuántas txapelas se han ganado con menos! (Lezeta, Diario Vasco)

«¿Cuántas txapelas se habrán ganado con menos mérito del que acumula ya Abel Barriola en este Manomanista!», exclamó un pelotazale a la salida del Astelena. No sólo son sus cinco triunfos, no sólo haber eliminado a Irujo, no sólo aguantar la presión de una semifinal ante Eugi con las apuestas 30 a 100 a su favor… Lleva un campeonato brillante, sin apenas errores, sin concesiones, serio, con un nivel altísimo y una intensidad que apenas ha rebajado. Lleva 170 tantos sin tregua, sin bajar los brazos en ninguno de ellos.

Barriola, un gladiador en el coliseo (Gara)

No se lo pusieron nada fácil. Como un emperador de culto reconvertido a simple gladiador, Abel Barriola ha tenido que luchar desde el escalafón más bajo para, paso a paso, hacerse un hueco en la gran final del Campeonato Manomanista cinco años después de que asombrara a propios y extraños al ganar la txapela por excelencia de la pelota a mano profesional. Lejos quedan las penurias y los sufrimientos, y más cerca la gloria.

La gran travesía de Abel (Ortuzar, Deia)

La semifinal entre Eugi y Barriola dispuso una lucha de gladiadores en la reapertura del Astelena de Eibar. El esfuerzo de ambos resultó extraordinario. Sin descanso. La vida en cada pelotazo. Cada tanto se anunciaba como el último. Una pugna desde las entrañas. El alma en cada envío. Disputa de supervivientes. Abel se maneja maravillosamente en ese tipo de paisajes: complicados, áridos, hostiles. Los conoce demasiado bien porque han sido su hogar, itinerante, durante demasiados días y noches. De 2002 a 2007. Un lustro caminando en polvo hasta que encontró las puertas del cielo; una catedral camino de la final del Manomanista de donde partió hace cinco años.

Barriola culmina la escalada (Anabitarte, El Mundo Deportivo)

Barriola acertó a cruzar sus saques en la recta final del partido y terminó sellando con claridad el billete hacia su segunda final del Manomanista tras la que jugó en el año 2001 ante Rubén Beloki. En total, el leitzarra se apuntó ocho tantos con el disparo inicial por sólo uno Eugi, que aún así murió con las botas puestas tras un campeonato del que sale reforzado. No había estado a la altura en los últimos campeonatos, pero este año ha logrado meterse entre los cuatro mejores especialistas de la modalidad a sus 36 años con triunfos ante Olaizola I y Beloki. Ayer volvió a dar la cara, pero se cruzó con un Barriola que ha despejado todas las dudas sobre el estado de sus manos. Ya está en la final

Rotura en el peloteo (Julián Retegui, El Correo)

Ganó Barriola por esa ley inmutable del mano a mano: la pegada. Tuvo un mayor dominio territorial que le permitió desenvolverse con comodidad sobre la cancha. Rompió el choque en el peloteo. Como mandan los cánones pelotísticos. Y con el saque adquirió una importante renta que le abrió las puertas de la gran final.

Barriola irá al Atano (Eduardo Gómez, La Rioja)

El duelo manomanista confirmó el buen momento de Barriola, la justificada presencia de Eugui en la semifinal, que perdió, pero con dignidad y el acierto en escoger el escenario, que recuperó el prestigio que le hizo acreedor del sobrenombre de ‘la catedral’.

Foto: Diario Vasco