Juan Antonio Compañon no ha podido terminar el partido de su despedida. El guerrero ha colgado la xistera con el muslo desgarrado.
El colofón a 25 años de servicio con los profesionales y más de 35 de puntista no ha podido ser el mejor. Estábamos disfrutando con su juego alegre -era el día para disfrutar- cuando, en el meridiano del partido del adiós Konpa se retiraba al vestuario a voz en grito. No quería irse sin terminar, de hecho ha vuelto a saltar a la cancha cuando el gesto de su cara, un gesto de dolor, delataba lo que poco después iba a ocurrir. Con 17-14 para los “coloraos”, para Konpa y el “duque· Hernández frente e Iker Foronda y Edu Suso, Konpa se ha quitado el casco, se ha soltado la cesta y levantando la cara hacia el público ha dicho basta. “No puedo”, ha dicho, y a partir de ahí, aplausos, vítores, alguna lagrima y abrazos, decenas de abrazos. Aurresku de honor y regalos de la cuadrilla de pelotaris, de la cuadrilla de los jueves, de la cuadrilla de blusas, de la empresa, del club, de la federación y el cariño de 800 buenos amigos de Juan Antonio Compañón, de Konpa y del Jai Alai.
Hasta ese momento Konpa, que volvía a jugar de delantero se había dedicado a jugar a cesta, de jugar con la cesta, la pelota y con los compañeros de profesión. El juego alegre del pequeño gran puntista, ese que nos regaló durante un par de décadas se mostró con todo lucimiento en la cancha del Olave. Foronda le daba la réplica en los alegres mientras que “el duque” y Suso hacían volar la pelota con sus poderosos brazos.
Se acabó la fiesta, se ha ido Konpa y Juan Antonio Compañón recobra su vida privada pero sin abandonar éste y otros deportes como la montaña, el padel y la bicicleta.
Hasta siempre Konpa
Vía Federación Alavesa