Santiago de Compostela, Martín Arrantzale
Hoy he tomado el avión en Loiu para Santiago, bonita madrugada por el corredor del Txoriherri; desde la capital gallega alquilaré un coche para toda la Eurocopa. Acabo de salir de la catedral de darle una abrazo al apóstol, como los de la Selección. Veo en el As a Raúl dándole por el riau Santiago. Yo me he llevado un chasco porque creía que se le abrazaba cara a cara, pero no, se le agarra por la espalda y le das una palmada en la espalda y le dices ¡qué pasa majo!
El botafumeiro me ha dejado ese olor de fin de funeral cuando el párroco bendice al difunto y le pasaporta definitivamente para el otro barrio.