Retegi-Arretxe y Salaberria-Galarza jugaron la última final navarra en 1991
Bengoetxea-Beloki e Irujo-Goñi, a un triunfo de dejar al resto de herrialdes sin finalistas
Juan Luis Ibarretxe / Deia
Que los navarros son los actuales dominadores de la pelota mano es algo conocido. Sin embargo, esto no significa que tuvieran la exclusividad en las competiciones. Es más, aunque parezca raro, desde hace casi década y media, en concreto desde 1991, no se presencia una final del Parejas entre cuatro pelotaris de este herrialde. Ahora, la historia se puede repetir, ya que Irujo-Goñi III y Bengoetxea VI-Beloki han vencido en la ida de las semifinales y, en caso de que este fin de semana o el siguiente logren el segundo punto de la eliminatoria, habrán dejado fuera de la lucha por las txapelas a los representantes del resto de territorios. Esto no sucedía desde que Retegi II-Arretxe (Eratsun-Luzaide) y Salaberria-Galarza III (Goizueta-Baraibar) protagonizasen la final de hace catorce años, en la que los primeros se impusieron por 22-19.
Desde entonces, los guipuzcoanos, riojanos, vizcainos y lapurtarras han estado también ahí arriba, luchando por el título. La alternativa más seria al poder ha llegado desde Gipuzkoa, ya que a lo largo de estos años, Unanue, Zezeaga, Alustiza, Errasti, Elkoro y Koka han sido finalistas. Los riojanos han estado presentes por mediación de Capellán y Titín, mientras que cierran la lista el berriztarra Berasaluze y Xala, que en 2002 se convirtió en el nuevo héroe de Iparralde sucediendo a Ladutxe, que conquistó la txapela en 1989.
Esta lista de diez pelotaris del «resto del mundo» se queda pequeña si se compara con los 16 representantes de Nafarroa que han luchado desde entonces por el título. Pese a ello, también hubo un año maldito para los manistas de esta tierra, puesto que en 1998, los guipuzcoanos dieron un golpe de autoridad y metieron en el choque decisivo a Unanue-Errasti y Etxaniz-Elkoro. Ganaron los primeros por 22-21.
Este año, 11 de 16
La verdad es que en esta edición era probable que se presenciase una final entre navarros, puesto que 11 de los 16 participantes eran de este territorio. Además, tres parejas eran exclusivamente de Nafarroa, como es el caso de Bengoetxea-Beloki, Irujo-Goñi III y Olaizola II-Otxandorena. Los únicos manistas no navarros eran González, Xala, Titín, Berasaluze y Zearra.