Chema Oroz
¿Qué tal se encuentra ante la final de esta tarde?
Muy bien. Este año hemos abierto una puerta nueva en el mundo de la pelota a mano profesional. Para nosotros es muy ilusionante, en particular para mí, confirmar una apuesta personal que hice por la empresa Frontis. La final de este primer abierto es muy atractiva y el balance que se puede hacer de este evento es satisfactorio.
¿Se sienten ya como una alternativa en la pelota profesional?
A pesar de que nacimos deprisa, las cosas han salido bastante bien y la respuesta del público y de los medios de comunicación está siendo buena. Es una alternativa real a la competición que puedan dar las otras empresas y abrimos una etapa ilusionante para la pelota.
¿Qué balance se puede realizar del primer Open Navarra?
En verano tuvimos mucha actividad y nos faltó algo más de tiempo para organizar con más tranquilidad este abierto. El nivel competitivo ha sido bueno. En un principio planteamos un ránking inicial viendo el palmarés de los pelotaris que entrábamos en liza. Al final se ha demostrado que los cuatro que estábamos arriba en el cuadro era por algo. Pienso que a los chavales jóvenes que están ahora en Frontis les ha pillado un poco por sorpresa toda esta innovación. Hay que tener en cuenta que algunos de ellos llevaban un tiempo sin estar a tope como para jugar en una competición exigente.
Se hace extraño no ver a ningún pelotari joven en las rondas finales. Los más veteranos han acaparado toda la importancia.
Los cuatro que hemos jugado las semifinales (Alústiza, Errandonea, Arretxe y yo) hemos jugado ya muchos campeonatos, y eso se nota. La pelota adolece un poco de este tema, ya que la gente que no está a un primer nivel no tiene mucha posibilidad de competir y evolucionar. Es bueno que a los jóvenes les pique el orgullo y vayan dándole duro.
¿Se muestra satisfecho con lo realizado por Frontis en los últimos meses?
El hecho de que se vaya hablando de nosotros es algo significativo. Estamos vivos y estamos demostrando que nuestro proyecto puede ser válido como alternativa de competición. Yo había cumplido una etapa en Asegarce y no me ofrecían, ni a nivel deportivo ni personal, prácticamente nada. Ahora estamos intentando que la pelota sea algo diferente. Hay que intentar que evolucione.
Ya se han configurado las próximas citas del calendario.
Para este año tenemos planteados los diferentes abiertos en Vizcaya, La Rioja, Álava y Guipuzcoa, aunque este último está pendiente de aprobarse. Es importante que cada campeonato esté conectado con el siguiente a partir de un ránking. Tenemos la idea de realizar a final de temporada un gran campeonato con los mejores del ránking, aunque esto es algo que debemos concretar.
¿Es difícil hacerse un hueco?
Es difícil. Es un equilibrio complicado. Con la corta experiencia que tenemos vamos solventando las dificultades lo mejor posible. Vamos aprendiendo y estamos logrando una empresa en la que los pelotaris se sientan agusto.
¿Qué tal compagina su faceta deportiva y su trabajo en Frontis?
Es difícil porque además de trabajar tienes que convencer. Se ve que hay una necesidad de avanzar. El sistema competitivo no ha evolucionado absolutamente nada en los últimos cuarenta años y creo que se pueden dar muchos pasos. Poco a poco vamos consolidándonos. En cuanto a mis entrenamientos sigo manteniendo la disciplina. Sí que es cierto que he tenido que variar un poco los horarios por los temas empresariales, pero prácticamente entreno casi a diario y me encuentro muy bien. A esto hay que añadirle un incremento importante de la ilusión. He disfrutado mucho en estos siete meses en Frontis. He jugado cómodo y he disfrutado de la pelota. En los últimos tres años en Asegarce, aunque estaba rindiendo bien y me encontraba en forma, no llegué a sentirme bien. Aquí me he relajado para jugar.