Jesús Argandoña, delegado del equipo azpeitiarra, mostró su alegría por la consecución de txapelas ayer por la mañana en el Atano III
K. A. / El Mundo Deportivo
La alegría era evidente entre los azpeitiarras al término de la final, muy especialmente reflejada en el rostro del delegado del equipo, Jesús Argandoña, que, entre felicitaciones y abrazos, mostraba su alegría por el éxito que supone ganar por primera vez en la historia en Torneo Interpueblos: “Estamos como locos de contentos. Los tres partidos han sido malos, plagados de errores, pero hemos conseguido dos victorias, que era de lo que se trataba. Ahora nos iremos a comer por ahí y después iremos al pueblo a celebrarlo”, comentaba.
El delegado azpeitiarra del Club Illunpe confesaba que “sabíamos que lo teníamos muy difícil en el partidos de los cadetes porque ellos tienen muy buena pareja, pero confiaba en mis juveniles. Nos hemos adelantado hasta el 1–11, pero no sé lo que le ha pasado a nuestro zaguero, que se ha venido abajo de forma incomprensible. Menos mal que hemos sacado el partido adelante y después hemos repetido victoria con los mayores”.
La otra cara de la moneda
Por su parte, Rufino Rekalde se lamentaba por la derrota: “Sólo queda felicitar a Azpeitia. Son justos campeones. Ha sido una lástima no haber ganado este año. Creo que teníamos mejor equipo que nunca, pero no hemos hecho bien nuestro trabajo, no sólo hoy, sino a lo largo del campeonato. La razón fundamental es que han primado los intereses personales por encima de los colectivos. En fin, habrá que seguir trabajando para poder volver a estar el año que viene aquí”