Lander y Garai vencieron por la mínima en el partido correspondiente al Grand Slam de Manila, disputado en un abarrotado frontón Euskal Herria de Quezon City y donde el vizcaíno y el alavés sellaron un último y decisivo parcial de 0-3 que les condujo hasta el agónico triunfo por 29-30.
En concreto, el último tanto llegó cuando Baronio, que durante el choque había sufrido molestias en la cintura, entró de aire al saque de su rival y envió la pelota por debajo de la chapa, quedando decidido así un duelo que contó con numerosas alternativas en el luminoso. De hecho, la máxima renta que se registró a lo largo de la tarde fue de cuatro tantos favorable a los colorados (21-17), quienes durante la última decena llevaron la iniciativa, hasta que llegó la citada voltereta y se quedaron con la miel en los labios.