Zeberio II logró el sábado en el frontón Labrit la txapela imposible, al firmar una remontada antológica ante Urrutia en la final del IV Torneo Martiko: triunfo por 34-35 para el delantero, en su primera y única ventaja de un choque de 60 minutos de vertiginosa final, con jugadas vistosas, ritmo, intensidad y emoción. Un partidazo con una calidad que se ve en contadísimas ocasiones en las peleas mano a mano. La proeza de Zeberio II, que levantó un encuentro en el que siempre marchó a rebufo (tuvo fuertes desventajas en los parciales 12-3, 25-17, 29-20 y 33-26), es el triunfo de la constancia, la buena actitud en la cancha y la mentalidad ganadora hasta el último suspiro… porque el remontista guipuzcoano se topó esta tarde con rival sublime en el frontón corto, un Urrutia arrasador con su saque (8 tantos directos y muchos más encaminados) y con detalles de verdadero artista de la cesta para acabar los tantos (se apuntó 9 tantos al dos paredes nada menos, una cifra estratosférica para un zaguero). El zaguero de Saldias hizo méritos sobrados para llevarse el título. No obstante, el honrado trabajo de Patxi Zeberio durante todo el choque para endurecer el peloteo tuvo su inesperado premio en un final de infarto, en el que Urrutia bajó el pistón en la parcela física (padece un pequeño catarro, y según comentaba en vestuarios este hecho le minó), y él acertó por fin a conectar su saque. Entre eso y la fe ilimitada en sus posibilidades, Zeberio II le dio la vuelta a la tortilla hasta conseguir una victoria épica en su caso… y una verdadera mala inocentada para un Urrutia que ya se veía ganador.
Fotos Joseba Zabalza