Jon Eizagirre, el último gran zaguero remontista guipuzcoano, se despidió esta tarde en el frontón Galarreta a lo grande, con una última demostración de su exquisito remonte en un partido con primeras figuras del cuadro y una última victoria emocionantísima, por la mínima (triunfo de Zeberio II-Eizagirre ante Ezkurra-Agirrezabala, 40-39). A sus 42 años, el zaguero zarauztarra deleitó en su último partido como profesional del remonte con una variada muestra de sus inagotables recursos para jugar en la zaga: un golpeo duro y con dirección, un revés excelente para devolver las pelotas arrimadas, imaginación para buscar las jugadas y, sobre todo, un saque en carrerilla de perfecta ejecución, aprendido allá por los 80 en la escuela de Telesforo Arregi, y que le ha distinguido respecto de los demás zagueros durante más de dos décadas. Con todas esas armas, Eizagirre sumó un total de 10 tantos (4 de ellos de saque) para anotarse un triunfo en un buen partido, en el que Ezkurra planteó muchísima batalla ante un Zeberio II con altibajos. Al doneztebarra se le escapó la victoria in extremis, a pesar de sumar un total de 23 tantos en su cuenta personal.
El remonte cerrará la semana mañana en el frontón Euskal Jai Berri-Reyno de Navarra (festival desde las 16.30 horas), con un encuentro entre Agirresarobe-Etxeberria III y Urriza-Ion. Será una buena ocasión para ver cómo se desenvuelve al flamante campeón por parejas Javier Urriza en un partido en el que concede una buena ventaja en la zaga a un delantero con recursos como Borja Agirresarobe. La función empezará con un partido entre Matxin VI-Zubizarreta y Zulaika-Etxezabal; y se cerrará con un duelo entre Etxeberria IV-Aizpurua II y Matxin IV-Urko.
Jon Eizagirre estaba radiante tras su buena actuación en el día de su despedida. “Estoy muy contento por cómo ha ido todo. He ganado, pero hoy lo de menos era la victoria: ha resultado un partido bueno, disputado, y eso era lo que quería, más no se puede pedir. Me he encontrado bastante tranquilo, con un poco más de nervios cuando se acercaba el final, aunque he jugado a gusto, un compañero como Zeberio II te quita las pelotas malas y te deja las buenas. Jugar así es de agradecer”, comentaba con modestia Eizagirre, en un choque en el que firmó varios para el recuerdo (como el 17-16, un dos paredes perfecto, que pilló a contrapié a todo un Koteto Ezkurra; o el 38-36, el último de sus miles de saques como profesional del remonte, que salió como una exhalación de frontis para botar y rozar en la pierna izquierda del propio Ezkurra).
Fotos Joseba Zabalza