El 29 de noviembre de 1997 Jose Javier Etxeberria Lacambra Etxeberria III debutó como profesional en el Euskal Jai. El partido era Iribarren-Etxeberria III contra Bereziartua-Aizpurua y casi 22 años después se retira de la modalidad. Ha sido uno de los zagueros más preponderantes del remonte y un libro abierto. En junio cumplió 46 años y ha visto que es hora de decir adiós. Doneztebe ve como otro de sus estandartes deja la disciplina tras la retirada hace un año de Koteto Ezkurra. Ambos de la quinta de 1973.
Recuerda con nitidez los inicios y el día del debut. «Era San Saturnino. Lo recuerdo como si fuera hoy. Recuerdo el partido y todo lo que lo rodeó. Los túneles de Belate estaban recién abiertos. íbamos ganando 34-29 ganando y nos dieron la vuelta y perdimos 35-34. Empezamos peleones. Me llevé bastante palo. Cuestión de nervios. A los pocos días volvimos a jugar los mismos, pero cambiando de delanteros y también perdí».
Pero Etxeberria asegura que no es como empieza, sino como acaba. Y la verdad que termina bien según sus palabras. «Termina bien. Después de tantos años físicamente estoy más justico, hay que cuidarse más, cada vez estás peor y cuesta. Hay un momento que dices basta, ya que sufres más que disfrutar. Estás con miedo con gestos y posturas. No merece la pena seguir en esas condiciones. Con pena, pero a tiempo hay que saber retirarse».
Etxeberria III ha sido el mayor del cuadro de remontistas de que se retirara Iñaki Lizaso. «Él es de marzo y yo de junio. Koteto también es de la misma quinta, pero algo más joven. He sido el más viejo, no el más veterano, ya que Koteto y Zeberio debutaron antes, pero si el mayor».
«La crisis hizo daño»
Etxeberria III debutó algo tarde para la edad con la que se debutaba en aquellos tiempos. «Con 24 años». En todos esos años, 22 como remontista profesional Etxeberria ha conocido toda la evolución que ha sufrido el remonte. «El cambio ha sido drástico. Empecé en el Euskal que al poco comenzó a bajar y aguantó unos años antes de cerrar. Cuando debuté iba un montón de gente. Los que hemos conocido aquellos años y como ha variado nos da nostalgia. Los chavales que llevan cinco o seis años no han conocido aquello y da algo de pena».
Etxeberria segura que el bajón se produjo en muy poco tiempo. «Fue alrededor del 2007, 2008. Coincidió con la crisis. Fue demoledor, no poco a poco, cosa de pocos meses, en un año o dos se bajó en espectadores y tema de apuestas de forma rápida».
El zaguero de Doneztebe estaba trabajando en una empresa cuando debutó con 24 años. «Al año empecé a dedicarme al 100% al remonte. Descansado se jugaba mejor. Había bonanza y el remonte daba para vivir. Compensaba dedicarse exclusivamente al remonte. Cuando empezó la crisis volví a trabajar, hubo un giro completo. Antes te dedicabas al remonte y podías hacer trabajos extra. Después cambió a que era el remonte quien daba ese dinero extra y te dedicabas a un trabajo fuera de la pelota. La prioridad es el trabajo y la afición el remonte. La gente va a gusto a jugar. Somos competitivos y disfrutamos jugando».
«El primer estelar lo jugué con Koteto»
En cuanto al juego el cambio lo ve sobre todo más en el material y eso lo condiciona. «He jugado con tanta gente que se me hace difícil comparar. Ahora se pelotea más. Antes se peloteaba menos. Cuando era aficionado e iba al frontón y veía a todos aquellos fieras era fugaz. El material era más vivo. Me acuerdo de Koteto que terminaba el tanto enseguida. Era algo increíble. Cuando más igualado era el partido más determinante era terminando al final con el 39 iguales por ejemplo. Cuando el partido era caliente sacaba a relucir su clase. Era como Nadal, una roca».
No solo eso, sino que e delantero de Doneztebe era el barómetro de los chavales que empezaban a jugar. «Comencé a jugar estelares con Koteto, ya que por sus manos pasaban todos los que debutábamos y empezábamos en primeros y cuartos partidos. Era tanta ventaja la que daba. Si llevabas una buena racha en primeros y cuartos partidos tenías la oportunidad de jugar con Ezkurra el estelar. Eso tenía dos caras. Era un premio, pero si seguías jugando con él no estabas progresando y quería decir que seguías abajo. Ganaba él. Si te enfrentabas a él ya era que habías subido uno o dos peldaños. los que empezábamos lo que queríamos era jugar contra él. Era más difícil enfrentarse a Koteto, que fuera tu pareja era más cómodo».
Etxeberria también alucina de como esta Zeberio a los 45 años. «está como hace 20 años, físicamente impresionante. Es alucinante. Ahora será el mayor». Ya era desde el año pasado el más veterano.
«La txapela de 2017 fue especial»
Etxeberria no tiene malos recuerdos del remonte y casi todos son positivos. «No he sufrido apenas lesiones y nunca importantes o graves que me tuvieran mucho tiempo parado. El peor disgusto deportivo fue la final del Parejas que perdí con Altuna I creo que en 2007 o 2008 ante Urriza y Lizaso precisamente. La mayor alegría las dos txapelas, sobre todo la segunda. La primera te hace una ilusión especial y la gané con Urriza, pero la segunda en 2017, con Uterga, era mi última oportunidad, sabía que no iba a ver otra opción».
El sábado será especial y sabe que por un lado lo va a disfrutar mucho, pero por otro lado lo pasará mal, ya que no es alguien a quien le guste ser protagonista. «Trataré de disfrutarlo. Luego vamos a cenar una cuadrilla grande en el pueblo».