Irujo analiza sus cien días como campeón del manomanista
Juan Luis Ibarretxe / Deia
Cien días dan para mucho. Y si eres el campeón Manomanista, para más aún. La trepidante actividad de Martínez de Irujo durante este periodo de tiempo da fe de ello. El de Ibero, que mañana cumple cien días como poseedor de la txapela más valiosa del calendario pelotístico, ha analizado para DEIA como ha vivido todo el “boom” desatado desde que superó a Xala en aquella final disputada en el Atano III el 13 de junio. «El balance es positivo porque tengo la txapela, pero el verano no ha sido muy afortunado, ya que tuve una fisura en el dedo meñique que me obligó a parar. Desde entonces he estado incómodo y sin confianza, pero espero adquirir esta confianza con el paso de los partidos», apunta. Uno de los inconvenientes que acarrea el ser el campeón individual es la responsabilidad que conlleva el lucir este galardón. A este respecto, el joven de Ibero reconoce que la camiseta “colorada” «pesa mucho y la gente me exige bastante, pero ojalá que la camiseta me siga pesando toda la vida». A los ojos de los medios de comunicación, Juan también es el pelotari a seguir y señala que la prensa «me toma como un punto de referencia y me mete más caña, alguno critica más de la cuenta, pero bueno, está bien». A la hora de plantearle el reto de celebrar mil días como dominador del mano a mano, el delantero de Aspe se conforma con «prorrogar esto 365 días más, significaría que he quedado campeón otro año. Por ganar otra txapela firmo lo que sea».
A pesar de que Irujo es ahora un deportista de elite que aparece todas las semanas en los periódicos y en la televisión, declara que lleva «la misma vida de siempre. Lo único que ha variado es que te conoce más gente. Lo de la fama lo llevo bien porque todo son alabanzas, pero a veces quieres pasar desapercibido y no puedes. ¿Autógrafos? No sé cuántos he firmado, pero muchos y espero seguir firmándolos, es señal de que los aficionados están contigo». A la hora de hablar del asedio de los medios de comunicación, el navarro comenta que él es un «profesional y debo vivir con ello. A veces no te apetece hablar, pero somos famosos también gracias a la prensa y hay que atender a todo el mundo».
«Lo mejor, las vacaciones»
Durante estos algo más de tres meses, Juan ha tenido una actividad frenética, pero también ha disfrutado de unas vacaciones en la República Dominicana. «Ha sido lo mejor de estos cien días», apunta el pelotari, que un día después de aterrizar tomó parte en el Centenario del Astelena. «Había una diferencia horaria muy grande, pero ahora veo que la empresa tenía razón al programarme. Era una fecha bonita y el campeón debía estar ahí». Poco después llegó la final del Cuatro y Medio de San Fermín, en la que perdió con Ruiz. «Al inicio fui a restar, me pise un dedo y me lesioné, pero esto no sirve de excusa, ya que ninguno jugó bien». Luego afrontó el mano a mano ante Beloki. Irujo, que logró la victoria, recuerda que «el partido no salió mala para celebrarse en agosto. Al final yo jugué a bote con la derecha y le hice daño». De donde no guarda tan buen recuerdo es del “Ciudad de San Sebastián”,e n el que perdió ante Titín y Goñi III. Ahora tiene la oportunidad de sacarse la espina en el San Mateo, donde en un principio también se le anunció como zaguero.