«Guardo todas las txapelas en un cajón, ponerlas a la vista es una horterada» Koteto Ezkurra

Portadadef

El número uno está lesionado, pero ya piensa en el Individual
ENRIQUE ECHAVARREN/Diario Vasco

– ¿Cómo se encuentra?

– Bien, ahora mismo estoy bien. Llevaba unos veinte días arrastrando molestias y el sábado hice un gesto malo a mitad de partido y sufrí un tirón el abductor. Ha sido una contractura fuerte, pero, afortunadamente, no ha habido rotura de fibras. Podría haber seguido jugando si me doy masajes, pero he preferido parar por precaución. Si sigo, igual me cargo el verano.

– ¿Recuerda exactamente cómo se produjo la lesión?

– Sí, fue al devolver una pelota del ancho al txoko. Se me quedó la pierna izquierda enganchada y oí un chasquido. En ese momento ya me olía que sería el abductor.

– ¿Sintió dolor?

– No, simplemente un pinchazo, pero a medida que iba transcurriendo el partido se me fue cargando y al final se quedó como una piedra.

– ¿Había sufrido antes alguna lesión en la misma zona?

– No, nunca.

– Al menos no es una lesión grave.

– Ese es el consuelo que me queda, pero es un aviso.

– ¿Qué le han recomendado?

– Que descanse durante ocho o diez días. Tengo darme masajes, tomar antiinflamatorios y aplicarme hielo.

– ¿Se puso en manos del doctor Eduardo Escobar?

– No estuve con él porque estaba de viaje, pero me trató Antxon Gorrotxategi. Me hicieron un par de ecografías para descartar una rotura de fibras y los resultados fueron negativos. Me quedé tranquilo.

– ¿Tenía miedo?

– Al principio sí, porque al acabar el partido no podía ni moverme. Y el domingo, en parado, también tenía dolores.

– Entonces estuvo en Zubieta.

– Sí, como siempre. Allí te pasan rápido. Si vas a otro lado puedes tardar un mundo. Entre que te dan hora para hacer la ecografía y entre que esperas a los resultados…

– Con lo inquieto que es usted, ¿qué va a hacer estos diez días parado?

– No voy a estar parado del todo. No trabajaré el tren inferior. El resto, sí. Iré al gimnasio para no perder el tono muscular. Puedo andar y correr perfectamente, pero no puedo forzar la zona de los abductores.

– ¿Ha pasado alguna vez por el quirófano?

– No, nunca. Hasta ahora no he tenido una lesión grave. Toco madera.

– ¿Le dedicará ahora más tiempo a la familia?

– Sí, bueno, pero ya estamos pensando en Sanfermines. Queda menos de un mes y hay que ir afinando la preparación. Además, no puedo dejar de ir al frontón. Los jueves, mi obligación es estar en Galarreta. Eso es sagrado. Somos así, imposibles de cambiar.

– Cambiemos de tercio. A parte de Zeberio II, sigue sin haber nadie que pueda hacerle sombra…

– Entre Lizaso, Zeberio II, Eizagirre y yo formamos un grupo y por detrás, salvo Urrutia, tampoco hay pelotaris que vengan pegando fuerte. Es bueno para todos que salgan pelotaris como Miguel Mari, que le den un poco de vida al remonte, pero la verdad es que adelante no hay muchas alegrías.

– Decía Kike Elizalde, el intendente, que lo que le hacía falta al remonte para salir de donde est es que apareciese otro Ezkurra.

– Eso sería lo mejor, incluso a nivel personal. Uno sabe que no va durar siempre y lo bueno es que salga gente para que la modalidad siga viva. Si en vez de un Urrutia fuesen dos, y otros dos delanteros, mejor que mejor.

– ¿Por qué no se abre ese abanico?

– Es la pescadilla que se muerde la cola. El remonte es un deporte minoritario, lo practica muy poca gente y sólo se juega en Navarra y Gipuzkoa. Es un mundo que se está cerrando un poco. En las escuelas de remonte hay menos chavales y el que juega bien a pelota prefiere pasarse a la mano porque piensa que es un chollo. Y se equivocan. Los que están arriba viven muy bien, pero el resto…

– ¿Se trabaja bien en las escuelas?

– Sin duda, pero cada vez con menos efectivos y así es difícil que puedan salir remontistas. Somos los hermanos pobres de la pelota.

– ¿Piensa ya en el Individual?

– Todavía no. Ahora estoy centrado en San Fermín, que es una feria que me gusta mucho.

– ¿Seguro?

– Hombre, ya he empezado a entrenar el saque. Lo hago los martes en Galarreta. Toda mi preparación va encaminada al mes de agosto. No creo que esta lesión incida en la preparación porque el trabajo de base ya está hecho.

– ¿Cuántas txapelas individuales posee?

– Ocho.

– ¿Ya le está haciendo un hueco a la novena?

– Esa es mi meta.

– ¿Ya tiene sitio en casa donde ponerlas?

– Claro. Las guardo todas en un cajón. Una encima de otra. Yo no las enseño como hacen otros pelotaris. Eso de entrar en una casa y ver 400 copas y 20 txapelas en la pared es más hortera que el copón. Ponerlas a la vista es una horterada.

– No le creo.

– Es verdad.

– ¿Y están todas?

– Eso creo. Igual me han robado alguna y no me he enterado.

© Pelota Vasca - Manista. Diseño: iLUNE