Igualdad de inicio

JULIÁN RETEGUI / El Correo

Por mucho que se empeñen esos hombres que habitualmente marcan con las apuestas la tendencia de los partidos en los frontones, ofreciendo suculentos momios por un determinado color, la liguilla de semifinales del Torneo del Cuatro y Medio arranca bajo el signo del equilibrio. Para empezar, igualdad. No hay favoritos claros.

Tres de los cuatro integrantes de esta fase -Nagore, Barriola y Olaizola II- ya saben lo que es ganar la ‘txapela’ de los cuadros cortos de la cancha. Por lo tanto, son pelotaris con una cierta experiencia y que han sufrido en sus propias carnes la desazón que suelen transmitir estos partidos decisivos. El único que accede por vez primera a este privilegiado peldaño de la liguilla de semifinales es el vasco francés Xala.

Pero que a nadie se le olvide que el zurdo de Bonloc no llega a este banquete como convidado de piedra. Tiene juego y recursos para pegarle una buena dentellada a cualquiera de los tres navarros. Es un especialista del juego de aire, unas soluciones que ponen mucho ritmo en el juego, y se mueve con la velocidad de un gamo.

El choque de Pamplona tiene mucha miga. Jorge Nagore, con el que me ha tocado enfrentarme cuando era manista profesional, es el prototipo de pelotari forjado para jugar en la ‘jaula’. Sus posturas son las idóneas, pasando por el ‘besagain’, la cortada y el saque. Mientras que Aimar Olaizola es uno de los pelotaris con la cabeza mejor amueblada.

El duelo del Astelena de Eibar tampoco tiene sobre el papel un ganador claro. Abel Barriola es uno del cuarteto de semifinalistas que mejor impresión me ha causado en las rondas previas. Parece que ha recuperado aquel nivel competitivo del año 2002 en que se paseó en el Torneo del Cuatro y Medio y más tarde en el Manomanista. Yves Xala será una buena piedra de toque para comprobar la certeza de su resurgir.

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