El de Ibero es optimista para jugar el día 5, pero «entre hoy y mañana» decidirá si pide un aplazamiento
TINO REY/El Correo
«Me gustó la semifinal del Atano III, en el que vimos enfrentados dos estilos completamente diferenciados y en el que la suerte influyó muchísimo en el resultado final». Esa es la conclusión de Julián Retegui sobre el partido que disputaron el pasado domingo, en el Atano III, Juan Martínez de Irujo y Patxi Ruiz, (22-21) en favor del de Ibero.
El de Erasun, con 11 ‘txapelas’ en sus vitrinas, 14 finales y 32 partidos disputados en la competición reina, es la voz de la experiencia. El responsable deportivo de Asegarce -«a la hora de analizar un encuentro dejo de lado la vinculación que tengo empresarialmente»- sostiene que «Patxi jugó fenomenalmente e Irujo demostró que tiene una casta especial para salir del abismo, pero tuvo a la suerte como gran aliada. Y ésta casi siempre se escora del lado de los campeones».
El de Erasun difiere en cuanto a los comentarios de ganador moral que muchos le han atribuido a Patxi Ruiz. «No hay triunfos merecidos e inmerecidos, gana el que llega a 22 y en este caso fue Irujo, que tuvo la virtud de defenderse a la perfección y algo que para mí resultó trascendental: se empleó al filo de la navaja y no falló como otras tardes».
Hay una pregunta que gravitó el día después de la semifinal. ¿Por qué perdió el partido Ruiz tras gozar de una ventaja (15-20) prácticamente insalvable? «No hay que olvidar que es zaguero y además de no estar habituado a finalizar los tantos jugaba contra un rival que siempre lo tenía adelantado por su juego aéreo y no supo encontrar el hueco», responde Retegui.
La polémica también estuvo presente en el choque y en dos versiones completamente distintas. Una de ellas la protagonizó el campeón al protestar airadamente al juez un supuesto ‘atxiki’ de Ruiz. «No tenia razón la reclamación, porque después de visualizar el vídeo se demuestra que ese tipo de voleas se utilizan con frecuencia y nadie dice nada. Me sorprendió la reacción de Juan».
En el tanto 18, el ganador obstaculizó al estellés en la recepción de una dejada en el cuadro uno que subió directamente a su casillero según determinó el juez. «Fue un lance que se suele producir a menudo en los partidos, pero de lo que nadie tiene duda es de que fue una estorbada y se debería haber dado vuelta al tanto», apostilla el ex pelotari.
El dedo de Irujo
En la tarde de ayer, Juan Martínez de Irujo mostraba un cierto grado de ilusión en lo que se refiere a jugar la final en la fecha prevista por la Liga de Empresas. «Soy optimista y espero poder jugar contra Aimar Olaizola el próximo 5 de junio».
Sin embargo, matizó que esperará 48 horas antes de decidir y así «comprobar la evolución del dedo lesionado».