Pablo Almárcegui
Javier Urriza es la gran sorpresa del Torneo Faustino. A sus 26 años, el delantero pamplonés, campeón del mundo en paleta cuero y pala corta en aficionados, disputará el próximo sábado en el frontón Galarreta de Hernani la gran final del Campeonato Oficial de Remonte Parejas. Lo hará en la temporada de su debut como remontista profesional, tras 11 meses en los que ha progresado a pasos de gigante.
Sólo lleva 11 meses como profesional del remonte, pero ya ha alcanzado su primera final de un campeonato oficial, la del Parejas. ¿Cómo se siente?
Tengo una mezcla de sensaciones: estoy ilusionado, contento… y a la vez, sorprendido con nuestro rendimiento como pareja, aunque tengo la suerte de jugar con el mejor zaguero, Iñaki Lizaso. Estoy con muchas ganas de que llegue el día de la final. Empecé en la liguilla de cuartos de final un poco nervioso, creo que no di mi nivel, pero una vez que han pasado los partidos he disfrutado mucho. En la semifinal contra Ezkurra y Olazar creo que no jugué bien en la segunda parte del primer partido, pero en los otros dos días he disfrutado jugando a remonte.
Es, sin duda, su mejor momento como remontista.
Sí, me encuentro con mucha confianza, y en buena parte se debe a que Lizaso me la ha dado, me anima a que juegue y así estoy más a gusto en la cancha.
En su debut se conformaba con progresar poco a poco, con no estancarse. Menos de un año después jugará por una txapela muy codiciada… ¿cuál será la próxima meta?
Al final se trata un poco de lo mismo, progresar, aunque quizá ahora tengo otra perspectiva. En mis primeros partidos me veía muy verde, sufría mucho para ganar. Ahora, sin embargo, me veo jugando con gente de mucho nivel, en partidos bastante comprometidos. Mi siguiente reto es mejorar en mi juego, crecer técnicamente para no basar tanto mi juego en el físico y en la fuerza.
¿Qué debe mejorar, en especial?
Al proceder de la pala, todavía me falta mucho manejo de la cesta. La habilidad que puedan tener otros la suplo con esfuerzo, potencia y físico. Lo ideal sería mantener esas armas, pero crecer en técnica. Pero por mejorar, tengo que mejorar en todo: aprovechar las oportunidades para acabar los tantos, colocar más la pelota, cruzar más los pelotazos… antes hacía tantos dándole fuerte, pero cada vez es más difícil, en este nivel la gente rebotea muy bien.
Debutar y alcanzar la final es un éxito. ¿Se le ha subido a la cabeza?
Espero que no, eso lo deberían decir los demás… creo que en estos meses he pasado momentos buenos y malos, al final el remonte es un deporte que funciona mucho por rachas, y en un momento dado puedes ir hacia abajo. Lo que hay que hacer es jugar lo mejor posible en todos los partidos, dar lo mejor de uno para ganar la confianza de la intendencia.
¿Siente que ha cumplido ya en este torneo?
No. Quizá a la larga, cuando pasen unos días después de la final, pensaré que he cumplido con creces, pase lo que pase en ese partido… pero ahora sólo pienso en ganar la txapela. Juego con el mejor zaguero, Iñaki Lizaso, por lo que el gran mérito de llegar a la final es suyo. Por mi parte, intentaré hacer todo lo posible para ganar, y si no lo consigo, seguro que me quedo mal.
Usted y Lizaso derrotaron a Altuna I-Etxeberria III en la liguilla de cuartos de final (40-35).
No sé si sirve como referencia… lo que sí sé es que, en estos niveles, los partidos resultan impredecibles, porque dependen mucho del día, de cómo llegue cada uno, del material… Ellos son una pareja veterana, son dos pelotaris muy regulares. Yo veo una final muy abierta, sin favoritos.
En el frontón, habrá gente que se acordará de aquel precedente… para muchos, ustedes serán favoritos.
Ya, pero también es verdad que coincidimos con Altuna I y Etxeberria III en el mismo grupo de la liguilla, y ellos terminaron primeros. Después, esta pareja eliminó a Juaristi y Eizagirre muy bien, en sólo dos partidos… y además dejaron fuera a Zeberio II y Etxabe con un resultado de paliza. Está claro que han hecho un campeonato impresionante, aunque no sé qué opinará la gente el día de la final.
Su semifinal contra Ezkurra y Olazar será recordada durante mucho tiempo: derrota en la ida, triunfo en la vuelta, y victoria agónica en el desempate tras un partidazo. Llegarán a la final embalados.
Sí, la verdad es que levantar una eliminatoria así da mucha moral, y más ante una pareja en la que estaba Ezkurra. El partido de desempate fue muy duro, muy peloteado. Tuvimos algunas desventajas, pero al final lo levantamos… un día así te deja muy buen sabor de boca.
En el segundo partido de esa semifinal ganaron por 14-40, en el Euskal, un resultado de escándalo. ¿Fue su mejor día como remontista hasta la fecha?
No sé… yo creo que no. Fue un partido en el que no hubo muy peloteo, en el que Lizaso sacó muy bien. Quizá haya sido el día en el que mejor he rematado, pero el desempate fue un partido mucho más completo, a mí me gustó bastante más.
¿Qué tal lleva la presión de jugar una final? En aficionados disputó con éxito partidos de mucho nivel (en su palmarés destacan dos oros en campeonatos del mundo, paleta cuero en 2002 y pala corta en 2006).
La presión afecta siempre, lo que pasa es que yo la veo como algo positivo, pienso que las finales son retos bonitos, el ambiente en el frontón es una gozada… creo que a todos los pelotaris nos gusta este tipo de partidos. Yo he hecho de todo, pero afortunadamente me han salido más finales buenas.
¿Qué balance hace de estos meses como remontista profesional?
Estoy encantado, lo único que pienso es que ojalá hubiera tenido la oportunidad de pasarme antes al remonte. Durante este tiempo he tenido algunos momentos malos, pero la competición y el buen ambiente que he encontrado en el profesionalismo son algo que me ha enganchado. Me gusta este ritmo, jugar muchos partidos, y seguir avanzando. Es un trabajo que me encanta, y que además supone un aporte económico, lo cual siempre cuenta.
Si sigue esta progresión, ¿se plantea vivir sólo de la pelota?
No lo sé… la verdad es que he pasado muchos años estudiando una carrera, Ingeniería Técnica Industrial (especialidad en Electricidad), y estoy a gusto trabajando en algo relacionado, dedicarme sólo al remonte es difícil porque pueden pasar muchas cosas, como sufrir una lesión importante. No me lo planteo, nunca sabes lo que puede pasar.
¿Qué hubiera pensado si, hace dos años, le dicen que en enero de 2008 jugaría una final oficial de remonte?
No me lo habría creído, está claro, hace dos años ni siquiera me había puesto una cesta en la mano, ni me lo había planteado. Disputar la txapela del Parejas me habría parecido algo imposible.