José Joaquín Larrañaga, más conocido como Txikito de Azkoitia nació en el año 1883 en la localidad guipuzcoana de la que tomó su nombre y se puede decir que adoptó también de ella la pasión por la pelota. Si por algo ha de ser recordado este pelotari es por su corrección con el público y el cariño que siempre le profesó éste en todos sus partidos. La modestia fue su característica humana más admirada por todos, y se ganó el cariño de la afición. Vestía siempre camisa de cuello bajo planchado, sin corbata y tocaba su cabeza con una boina. Una auténtica figura.
Como deportista tenía muchas especialidades, y una era la de sorprender a sus contrarios con la manera más insospechada de rematar los tantos. Otra era la forma de hacer las dejadas desde los cuadros de atrás, algo que le hizo famoso. En realidad, José Joaquín fue un revolucionario sobre todo por su forma de jugar científica y calculadora. En su aspecto físico y atlético era muy normal, pero la calidad de su juego y su maestría eran difícilmente superables.
Entre los partidos que disputó es obligatorio destacar algunos, como una lucha individual que mantuvo con los hermanos Dongaitz, otros maestros de la época, y que forma parte de ese sorprendente grupo de anécdotas que adornan el deporte de la pelota. El caso es que Txikito se lesionó la mano derecha y decidió continuar con la izquierda manteniendo el tanto hasta que se hiciera de noche. De esta forma, se vieron obligados a suspender el encuentro no por lesión, sino por fuerza mayor.
Sin embargo uno de los tantos más largos que se recuerdan en la historia de la pelota es otro, y hay que adjudicárselo también a José Joaquín. Fue en el Moderno de San Sebastián en 1905. Jugaban Txikito y Urzelai contra Takolo y Baltasar. El tanto en cuestión duró 43 minutos y aquí viene lo mejor, ya que a un espectador le dio tiempo a ir a Loiola a una sidrería, merendar, volver al Moderno y encontrarles todavía en el mismo tanto. Casi nada… En otra ocasión jugó sólo contra los hermanos Txortena en el Moderno y Txikito ganó con una facilidad pasmosa llegando a los 20 tantos acordados y dejando a los hermanos con 5. Aunque era especialista en parejas, fue campeón del Manomanista. Además, fue uno de los pelotaris que inauguró el Moderno de San Sebastián en 1905. Este gran pelotari murió el 4 de octubre de 1964, a los 81 años de edad y con todo el cariño de la afición a sus espaldas.