Lleva siete txapelas en las nueve finales de los nueve torneos Casino Kursaal que ha disputado. Un récord que se amplía al sumar Koteto Ezkurra su décima final consecutiva, en un duelo doneztebarra que le medirá con Iñaki Lizaso el sábado. Ayer se estuvo entrenando en Galarreta y confirmó que se encuentra recuperado.
Miguel Ariz/ Diario de Noticias
¿La bronquitis queda ya olvidada?
Ayer (por el lunes) me dieron el alta, las pruebas han salido muy positivas y ya he empezado a entrenar un poco físico. Como la prueba ha sido satisfactoria, hemos decidido que jugamos la final el sábado.
¿Cree que puede repercutirle?
Un poco sí, porque he pasado de jugar a bloque centrado en la preparación a parar el ritmo, pero llegaré en buenas condiciones, no creo que sea un inconveniente.
¿Cómo afronta la décima final?
Cada año es distinto y se afronta con una ilusión terrible. Siempre me gusta ganar, y más al perder el año pasado. Quiero recuperar el título.
Con siete txapelas en nueve finales, ¿uno se acostumbra a ganar?
No, porque las txapelas nunca se ganan con facilidad. Cuando tienes un montón parece que has ganado porque es fácil, pero nada de eso. Jugar diez campeonatos y estar en las diez finales es un mérito muy grande, sobre todo a nivel personal, porque llevas diez años en la cumbre. Para un pelotari lo más importante es la regularidad.
¿Partir como favorito presiona?
No, lo llevo muy bien. Yo sé que el deporte es así, hay que jugar, y si se gana, bien, y si se pierde, menos bien. Uno sale de favorito por algo, y a mí no me presiona en absoluto.
¿Están en la final los dos mejores?
Yo creo que sí. Lizaso empezó un poco incierto el campeonato, pero, aunque aún no está al máximo nivel es un aspirante firme a la txapela.
¿Lizaso es el peor rival para usted?
Sí, porque es el pelotari más completo de los que puedo encontrar. Hace de todo, saca muy bien y es muy seguro y correoso.
Ya le derrotó en el año 2000.
Sí, hemos jugado tres finales y yo he ganado dos y él una. Pero aquí no hay que vivir de la historia, y creo que será una pelea de tú a tú.
¿Cómo tiene que jugarle?
Hay que hacer un juego constante, tocar mucha pared izquierda y moverle mucho, porque si le juegas en su sitio te puede volver loco.
Santesteban, capital del remonte.
Últimamente se están acostumbrando. Es el típico pique sano de un pueblo, muy natural.
¿Le gustaría haberse enfrentado a Eizagirre para desquitarse?
No, nunca te centras en nadie en especial. El año pasado demostró ser el mejor y este año no ha podido estar. Me toca contra Lizaso, que si está es porque ha sido el mejor.
¿Cómo ha visto el Casino Kursaal?
Un poco raro, porque, quitando a Altuna, que ha mantenido el tipo, han sido partidos algo descafeinados, salvo alguno de la liguilla con Lizaso, Altuna o yo. No ha tenido mucha historia, aunque llegando a la final siempre se calienta la cosa.
Es el segundo año en que no entra directamente a la final.
Yo me amoldo a lo que hay. Decidieron cambiar de fórmula, aun siendo campeón yo, pero aquí somos todos una empresa y no hay que mirar sólo tus intereses particulares. Si hay que jugar más partidos y demostrar más días que eres el campeón, ningún problema.