En apenas dos días, la empresa eibarresa pasó de la calma a la tensión al conocerse la rescisión del contrato de Mikel Goñi y la lesión de Juan Martínez de Irujo
M.B.L. / La Estafeta de Navarra
Hace tan sólo tres días, Aspe vivía feliz. Con cuatro pelotaris en cuartos de final del mano a mano, a un paso de vivir el debut de su uno de sus grandes favoritos al título -Martínez de Irujo- y consciente de que, por lo menos en las apuestas, era favorito.
Sin embargo, dos jornadas dan para mucho, y la empresa de Fernando Vidarte ha sufrido, en apenas 48 horas, una auténtica convulsión. Como si de una extraña enfermedad se tratase, entre la tarde-noche del martes y la mañana del miércoles, los esquemas de la institución eibarresa se torcían por completo.
En primer lugar fue la no tan sorprendente rescisión de contrato de Mikel Goñi la que movió los cimientos de la sede de la empresa en Eibar. Casi tan conocido por su capacidad para ser un grande de la pelota como por su habilidad para desperdiciar sus ocasiones, el pelotari de Oronotz terminó por caer el 26 de abril de 2005, siete años después de comenzar su andadura profesional. Curiosamente, su salida a la palestra y su salida en falso de ella han llegado por el mismo camino: Fernando Vidarte. El mandatario de Aspe ya había avisado en muchas ocasiones al pelotari navarro de la necesidad de mejorar sus métodos de entrenamiento y su dedicación a la pelota. Sin embargo, Goñi II nunca ha acabado de adaptarse a semejante petición. La razón esgrimida por la empresa ha sido, una vez más, que su incumplimiento del contrato entre ambas partes era constante.
Entretanto, Mikel Goñi sigue sin querer hacer meditaciones. Las habladurías siempre le han acompañado, y en esta ocasión no iba a resultar distinto. Sin embargo, como es habitual en él, el de Oronotz prefiere esperar para aclarar la situación en la que se encuentra en estos momentos y las posibles salidas que puede tener tras su despido de Aspe.
Irujo importa más.Pero no es esa la noticia que más preocupa en Aspe. A fin de cuentas, los directivos de la empresa ya han manifestado que la relación esté definitivamente acabada con Goñi, por lo que el caso de Juan Martínez de Irujo resulta tremendamente más trascendente. El vigente campeón del manomanista es el gran favorito para todo y para todos, pero esta misma semana, en el entrenamiento del pasado lunes, se le reprodujo una lesión en el dedo meñique de su mano izquierda -una fractura-, por lo que es seria duda para el choque ante Asier Olaizola del domingo en Bergara. Por el momento, no hay nada decidido, sólo que Irujo se va a probar de nuevo, en esta ocasión en el Labrit, esta misma mañana -a partir de las 13.00 horas y hasta las 14.00-.
Eso sí, el delantero de Ibero anunció en la elección de material que su única duda es si estará en disposición de jugar. En caso de no estarlo, pese a la presión de ser el campeón y de que la lesión está en la mano izquierda y de que él es diestro, Irujo ya anunció que no le van a temblar las rodillas para decidir no saltar a la cancha. En verano ya sufrió mucho para recuperar su fractura y no quiere arriesgar tanto que su lesión pueda terminar convirtiéndose en algo crónico.
En caso de terminar siendo ésta su decisión, la empresa eibarresa se quedaría muy mermada de cara al choque con Asegarce en el mano a mano –por el momento el resultado es 4-4 y, en caso de no entrar Irujo, pondría ya a un jugador de los vitorianos en semifinales– y sus bazas serían Eugi y Xala o Gonzalez. Ninguno de los tres son malos manistas –uno de ellos es tricampeón y otro el último subcampeón–, peor no tienen el tirón de un Irujo que desea debutar de rojo en el campeonato en el que se ganó ese derecho el año pasado.
Pase lo que pase, esta semana habrá resultado muy dura para una empresa que se encuentra en un momento crucial del año.