El de Goizueta y un gran Otxandorena se impusieron en un durísimo y disputado estreno
MTZ IRUJO – GOÑI III 19
OLAIZOLA II – OTXANDORENA 22
Jon ORMAZABAL / Gara
Con las diferencias de los zagueros y de dos tantos en el marcador final,Aimar Olaizola y repitieron casi milimétricamente la historia del año pasado. Coincidían el mismo escenario un Beotibar lleno hasta la bandera, la misma fecha víspera de Reyes, la primera jornada del Parejas y, como hace exactamente 365 días, Aimar Olaizola subió el tanto 22 a su casillero con una dejada tras un partido reñidísimo y que gustó a los pelotazales.
El Parejas tuvo un inicio más que esperanzador, con ritmo, tantos preciosos por parte de ambos delanteros y un trabajo encomiable de los zagueros. Además del quizá excesivo número de fallos, el único pero del choque de ayer fue el que Aimar Olaizola le encontró a la conclusión del mismo, el enorme esfuerzo que tuvieron que realizar los cuatro pelotaris para obtener una victoria con un premio tan relativo. Yes que, el de Goizueta terminó con la derecha tocada tras un choque de casi mil pelotazos y más de hora y media de intensa pugna.
El partido de ayer tuvo dos partes muy diferenciadas. En la primera, Fernando Goñi no encontró su sitio en la cancha y permitió que Olaizola II se diera un festín rematador al no poder quitarle el aire.
Ninguna igualada
En esta tesitura, los azules se adelantaron muy pronto por 7-0 y esa renta inicial fue un obstáculo insalvable para los colorados.A medida que el zaguero de Zubiri fue entrando en juego y logró evitar que el delantero de Asegarce siguiera incrementando su bagaje ofensivo, el partido fue tornándose colorado, pero los de Aspe se desesperaron al no poder alcanzar la igualada, en parte porque Martínez de Irujo estuvo muy valiente, pero no terminó de ver el hueco con tanta claridad como su rival y terminó el choque con sólo cuatro tantos.
Iñaki Otxandorena era quizá la principal duda y el baztandarra respondió a la perfección, sobre todo en una segunda mitad del choque en la que los de Aspe quisieron bombardearle. Sin encontrar huecos en los cuadros alegres, los de Aspe probaron suerte atrás, pero su esfuerzo fue insuficiente ante la defensa de la pareja azul.