La ‘maldición’ del milenio

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Desde EUGUI (2001) HASTA OLAIZOLA II (2005) nadie ha repetido txapela
Chema Oroz / Diario de Noticias

Juan Martínez de Irujo ostenta el mejor porcentaje de todos los campeones, con un 88% de victorias

Aimar Olaizola inscribió su nombre el domingo en la lista más codiciada, aquella que consagra a los grandes pelotaris, el palmarés del mano a mano. Y lo consiguió en su sexto intento, 1903 días después de aquel 19 de marzo de 2000 en el que debutó en el uno contra uno frente al burladés Iñaki Esáin (22-7).

La trepidante voltereta ante Juan Martínez de Irujo ha supuesto su 11ª victoria en el Manomanista y la primera derrota del pujante delantero de Ibero, que hasta ahora ofrecía una trayectoria inmaculada de ocho triunfos en otros tantos compromisos. Sin embargo, el porcentaje de victorias de Olaizola II en el mano a mano es el menos valioso de los últimos campeones. Su 61,1% de triunfos (11 en 18 duelos) se encuentra muy alejado de los mejores réditos.

Su rival en la final del pasado domingo en el Atano III, que acumula las mejores cifras entre todos los campeones de la historia del Manomanista con un 88,8% de partidos ganados, aparece con el futuro más prometedor de todos los pelotaris. Su participación en el cara a cara es sinónimo de final, ya que si el año pasado alcanzó el primer puesto, en este curso ha vuelto a rozar la txapela.

Otra circunstancia que destaca en el cuadro de los campeones del Manomanista es la rotación de los ganadores en los últimos años. Si pelotaris como Rubén Beloki y Patxi Eugui monopolizaron la década de los noventa con su extraordinario rendimiento, todas las txapelas del nuevo milenio se han repartido: Beloki (2001), Abel Barriola (2002), Patxi Ruiz (2003), Juan Martínez de Irujo (2004) y Aimar Olaizola (2005). Con lo que se mantiene vigente la maldición de los últimos campeones, ya que ninguno de ellos ha logrado amarrar la pareja de entorchados.

En cuanto a los títulos por comunidades autónomas, Navarra sigue aumentando sus diferencias sobre el País Vasco y La Rioja. Mientras Navarra acumula 35 txapelas (con la leyenda de Julián Retegui a la cabeza con 11 de ellas), Guipúzcoa, Vizcaya y Álava poseen 24. Muy lejos queda el único triunfo absoluto de La Rioja, que fue logrado en 1953 por Barberito I, natural de Baños.

Hasta el próximo año quedarán algunas preguntas: ¿Se romperá la maldición de los campeones del nuevo milenio? ¿Seguirá aumentando la diferencia entre Navarra y sus vecinos? ¿Mantendrá Juan Martínez de Irujo su magistral porcentaje de victorias?

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