La medida, inédita en la historia de la mano, se adoptó al abandonar el riojano lesionado y enfureció a los apostantes al volver el jugador a la cancha
TINO REY/El Correo
El pasado viernes, en la eliminatoria del Cuatro y Medio entre Titín III y Barriola en el Atano III de San Sebastián, se asistió a un episodio jamás contemplado en un frontón: la cancelación de las apuestas por lesión del delantero riojano. La decisión ha levantado un cúmulo de comentarios encontrados entre la afición pelotazale y se ha abierto una recia polémica.
Los aficionados que habitualmente se juegan sus dineros en los festivales de pelota, se quedaron asombrados cuando escucharon por la megafonía de ambiente: «las apuestas quedan completamente anuladas por una lesión rotuliana que ha sufrido Titín III». El marcador registraba en esos momentos un empate a cuatro entre los contendientes.
Muy pocos daban crédito al mensaje que acababan de oir. El hecho resultaba completamente novedoso para la masa de pelotazales y apostantes. No acabó ahí la capacidad de sorpresa. Aumentó el grado de desconcierto cuando vieron comparecer en la cancha al de Tricio.
Entonces arreciaron los silbidos. La grada no entendía la rocambolesca situación. Sin embargo, pese a tratarse de una medida inédita, el reglamento de La Liga de Empresas, en los aspectos relacionados con el sistema de apuestas, aclara la situación.
En el primer epígrafe expresa con meridiana nitidez las medidas que deben activarse en un caso como el del Atano III. «En los partidos pertenecientes a torneos y campeonatos, con carácter extraordinario, las apuestas podrán ser suspendidas y el partido proseguir por decisión del pelotari, aunque el mismo este ostensiblemente lesionado, y en defensa de su derecho deportivo».
A este primer enunciado hay dos apartados complementarios. En el A, se dice: «La lesión se debe producir durante el partido y el denominado ‘mal de manos’ no tendrá consideración de lesión ni será motivo de suspensión del encuentro, ni de las apuestas» El B específica que «el médico será el que comunique el grado de la lesión y su imposible incidencia o no en el normal desarrollo del partido».
En San Sebastián se cumplió al pie de la letra el espíritu del reglamento. Fernando Vidarte, responsable de la empresa Aspe. tomó la resolución de paralizar las apuestas a requerimiento de Txema Urrutia, médico que presta sus servicios en su empresa. Y la decisión de proseguir el partido, «con el fin de defender sus intereses deportivos, fue única y exclusivamente de Titín III».
Decisión de Titín
El riojano se prestó a una infiltración y conjuntamente con su botillero y hermano, Agustín Ibáñez, expresaron al máximo responsable de la organización del festival su intención de reanudar la eliminatoria contra Abel Barriola, que certificó con un contundente (22-8) a su favor el compromiso, que lo catapultó a la liguilla de semifinales.
Sin embargo, el debate se ha abierto respecto a una cuestión. ¿Llegó Titín III al Atano III con tendinitis? Lo cierto es que, días atrás, notó problemas en su rodilla izquierda y así lo manifestó a ciertos medios de comunicación. Sin embargo, en la elección de material declaró que estaba « en condiciones de saltar a la cancha». Algunos han responsabilizado de la situación a Fernando Vidarte aduciendo «obligó al riojano a jugar». En este sentido el empresario eibarrés afirmó ayer con rotundidad a EL CORREO que «nunca en la vida se me ocurriría forzar a un pelotari a jugar un partido a sabiendas de que está lesionado».