La silenciosa vuelta de Eugui

«Estoy acostumbrado a luchar, la ilusión vuelve a estar arriba», dice el pelotari de Aoiz

JAVIER HERNÁNDEZ / Diario de Navarra
Patxi Eugui ha vuelto, de nuevo, a la normalidad. Su trayectoria ha virado casi siempre entre los buenos momentos y las lesiones. Desde la perspectiva, ese claroscuro parece cruel. Tiene en el cuerpo muchas heridas de guerra. Le han operado media docena de veces. Han pasado por el quirófano el codo, pubis, manos. Pero el de Aoiz ha sabido levantarse cada vez que ha caído.
El pasado día 8 de mayo interrumpía frente a Xala un manomanista que había comenzado con excelente son. El 23 de junio era intervenido otra vez. Como siempre, volvió a apretar los dientes y afrontó una dura recuperación . Regresó el domingo en Legazpia sin ningún tipo de problemas. Salvaba otra nueva etapa.

-Lo suyo más parece una carrera de obstáculos que otra cosa…

-Es así. Parece la definición correcta. No termino con un problema y aparece otro. Eso me ha restado siempre continuidad.

-¿Maldice usted su suerte?

-Supongo que no es para tanto. Estamos en una profesión exigente y con riesgos. A unos les toca y a otros no. Esto va por barrios. Lo importante es la recuperación. Y en ese sentido, no me puedo quejar. Me he puesto a punto bastante antes de lo que se pensaba. Los tres o cuatro meses previstos se han convertido en dos y medio.

-¿Cómo vio su reaparición?

-Mejor de lo que calculaba. No tuve molestias, anduve bastante rápido y di a la pelota con velocidad. Me fui a la ducha contento.

-¿Las heridas de guerra curten?

-Lo que puedo decir es que estoy acostumbrado a luchar. Me ha tocado muchas veces estar parado y partir de cero. Y sé lo que cuesta eso.

-¿Qué filosofía hay que aplicar para no venirse abajo?

-Lo único que sirve es luchar. Y yo estoy acostumbrado a luchar. Después de seis o siete operaciones sé, desgraciadamente, que lo único que vale es trabajar mucho. Me gusta la pelota y me vacío en los entrenamientos.

-¿Frontón o gimnasio?

-Frontón, gimnasio y mucho monte.

-¿Ha dicho alguna vez «hasta aquí llegó la riada»?

-Ni me lo he planteado. He sabido salir de todos los problemas. Lo único que me obsesiona es la posibilidad de estar un tiempo sin lesiones y poder tener la continuidad suficiente como sacar todo el juego que tengo.

-¿Queda tiempo de lograrlo?

-Yo pienso que sí. Tengo por delante un par de años muy bonitos. Voy a intentar estar otra vez en el candelero.

-¿Lo dice así de claro?

-La afición siempre me ha respetado y yo tengo la ilusión, otra vez, muy arriba. Tengo condiciones para estar luchando entre los mejores. Lo he demostrado y lo volveré a demostrar.

-La posibilidad de intervenir en San Mateo se le escapó…

-Es lógico que no esté en el torneo. Salgo de la inactividad y me falta rodaje. Tengo un par de partidos en la feria, que me gustan y que me hacen ilusión.

-¿Y después?

-Otro par de encuentros y a pensar en el Cuatro y Medio.

-La distancia le gusta…

-Me gusta y mucho. Pero veremos si llego a tope de condiciones. Hay que ir paso a paso.

-¿Ve lejos el Manomanista?

-Ahora mismo, sí.

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