La txapela de dos amigos

L. GUINEA / J. HERNÁNDEZ. / Diario de Navarra

La del domingo fue una final de cuatro navarros y la txapela dos buenos amigos. Por eso el de ayer fue un triunfo especial para Juan Martínez de Irujo y Fernando Goñi. Una pareja que en la cancha se complementa como pocas. Y dos hombres que han hecho de su trabajo y su profesionalidad su bandera.

Fernando Goñi se hacía el domingo con su tercera txapela de Parejas. Primero fue con Asier Olaizola, el año pasado con Titín y anteayer con Irujo. Cada una ha tenido un sabor especial.

«La de Asier fue la primera y esa me hizo verme a mí mismo que al final cada uno llega a la pelota donde se merece, me puso en órbita de verme con los mejores», analiza el zaguero de Zubiri. «La del año pasado fue distinta porque todo el mundo nos veía como favoritos y cumplimos con el pronóstico. Y la del domingo es distinta, te da doble gusto porque la ganas con un amigo, con un buen amigo».

La esponja Irujo

A Juan Martínez de Irujo la fecha de su debut el 6 de junio le cae ya como a años luz. Ha sido año y medio intensísimo con tres finales. La de parejas con Lasa -cayeron ante Titín-Goñi III- la manomanista frente a Xala y la de ayer. Todo va muy deprisa.

«No he repasado en la cabeza- Es más, prácticamente ni me acuerdo. Sé el resultado y sé que tenemos las txapelas. Ahora mismo lo único que pretendo es disfrutar unas horas del éxito y comenzar ya a plantearme el Manomanista. Ganes o pierdas aquí no existen vacaciones. Ya habrá tiempo cuando acabe la temporada. Además se descansa mejor con las tareas hechas y cumplidas», comentaba ayer Juan Martínez de Irujo.

Entre Fernando Goñi y Juan Martínez de Irujo hay una diferencia de edad de 7 años, dos meses y 25 días. La diferencia entre el debut de uno y de otro es de cinco años, pero el zaguero de Zubiri se ha quedado sorprendido por la capacidad de aprendizaje del joven delantero de Ibero.

«Juan es una esponja, se queda con todo lo que ve. Y eso es muy bueno para un pelotari que está empezando», explica Fernando Goñi, que no se cree que haya ejercido de hermano mayor en el Parejas 2005. «Es un chaval que vive mucho las cosas, aprende rápido y es muy listo porque ve las cosas a la primera. Yo he visto pelotaris con unas condiciones increíbles a los que no les ha acompañado la cabeza. Pero Juan tiene mucha cabeza, tiene las cosas claras y es un pelotari con mucha raza. Eso es muy bueno porque no se va a amilanar si las cosas le vienen mal dadas».

La filosofía del trabajo

Irujo y Goñi han jugado juntos, se entrenan a diario juntos y también se han lanzado al reto de aprender euskera en sus ratos libres. Si algo está aprendiendo el joven delantero de Ibero del que ha sido su zaguero en el Parejas es el espíritu de trabajo, el no dormirse nunca en los laureles por muy bien que vayan las cosas.

«Sé lo que he conseguido y sé que es importante. En la carrera de un deportistas alcanzar el título Manomanista en el primer año de actividad y otro de parejas a continuación, supone mucho. Pero en pelota, como en todos los deportes, te vas confirmando día a día. De lo único que te tienes que acordar y preocupar es del trabajo. No de las txapelas. Lo primero es lo que da lo segundo. Cuando siembras, recoges.Yo no meto ninguna velocidad especial en mi carrera. Trato de esforzarme y nada más».

Fernando Goñi, un hombre para el que la temporada tiene su punto fuerte en los tres meses que dura el Parejas, es de los que opina que quizá Martínez de Irujo todavía no ha saboreado la parte amarga de la pelota. «Seguro que pasa momentos malos, como todos. Por eso le he dicho muchas veces que aproveche lo que tiene porque las rachas malas vienen sin buscarlas», dice el zaguero de Zubiri.

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