Las empresas anulan la liguilla de semifinales del Manomanista

Aspe y Asegarce aportan 20 pelotaris al campeonato, cuyas previas comienzan este fin de semana
TINO REY/El Correo

La liguilla de semifinales del Manomanista, que la Liga de Empresas de Pelota a Mano instauró en 2003, pasará a mejor vida en la próxima edición de 2005. En las reuniones previas a la confección de la competición se ha sugerido la necesidad de cancelar este sistema «por otro mucho más racional».

Hay fórmulas deportivas que no funcionan por muy novedosas que parezcan. Mucho más si se contrastan en dos años consecutivos. Y ante la evidencia hay que rendirse, pese a la oposición de los padres de la idea. La liguilla de semifinales, sobre el papel, resultaba muy sugestiva y espectacular, pero los propios pelotaris, con sus tradionales conflictos, la han puesto patas arriba.

En 2003, cuando se hizo la presentación, las empresas vendieron el producto «como revolucionario y llamativo», dentro de la modalidad de la pelota a mano profesional. «Cada partido tendrá un interés añadido, tanto para los medios de comunicación como para los apostantes y pelotazales en general», añadieron.

Sin embargo, en esos recónditos recovecos pelotísticos acechaba la tragedia. La primera jornada se desarrolló sin contratiempo alguno. Aimar Olaizola, en el frontón Labrit de la capital navarra, trituró (22-2) al hasta entonces campeón de la distancia, Abel barriola. Fue un resultado sorprendente para todos.

En el segundo asalto, en el Astelena eibarrés, el de Goizueta se encontró con Rubén Beloki. En el tanto 15, Aimar sufrió un desgarro en el dorsal ancho de la espalda. Terminó ganando 22-21, pero tuvo que pagar dos semanas más tarde un caro peaje por la lesión. En su tercera comparecencia ante Ruiz abandonó mediada la primera parte.

La escandalera resultó monumental. Los apostantes apunto estuvieron de romper las papeletas y el gran ‘sanedrín’ puso el grito en el cielo. Se habló de «simulacro y esperpento deportivo» y la indignación se elevó hasta cuotas inimaginables. En conclusión, que el atractivo método no carburó.

La comedia de 2003 fue superada con creces en 2004. En la primera ronda, Patxi Eugi, que tenía que enfrentarse a Aimar Olaizola, alegó una gastroenteritis y se le dio el encuentro perdido por 22-0.

En su segunda intervención, contra el vasco-francés Xala, el de Aoiz afrontó el encuentro con su zurda en precario estado. No dio una docena de pelotazos con esta mano. Ganó el de Iparralde (22-19) en una actuación caótica y con un juego muy limitado. El tercer partido de semifinales no lo disputó el navarro.

Veinte pelotaris

La regla que dispondrá la Liga de Empresas de Pelota a Mano será muy similar en la base de la pirámide a la del pasado año. Asegarce y Aspe aportaran entre ambas 20 pelotaris. Habrá cuatro cabezas de serie. Tres correspondientes a la promotora de los Vidarte y uno a la sociedad bilbaína.

En dieciseisavos de final, lo mismo que en octavos y cuartos de final, se aplicará la misma metodología que en 2004. La mudanza llegará en semifinales. La promotora de los Vidarte ha anunciado para el fin de semana próximo dos previas. El viernes, en San Sebastián, jugarán Berraondo contra Chafee. El domingo, en Bergara, Del Rey contra Galarza VI.

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