El Olaizola II ante Gonzalez se cotizará a 70
El Goñi II-Beloki de 2002, que no llegó a jugarse, tiene el récord de una semifinal, con 100 euros
Juan Ángel Monreal
Juan Martínez de Irujo y Patxi Ruiz disputan el domingo 22 de mayo una semifinal apasionante, que bien podría designar al campeón del mano a mano. Se respira el ambiente de las grandes ocasiones y las empresas lo intuyen. Por eso trasladan la semifinal al Atano III y por eso fijan unos precios acordes con la demanda de entradas que esperan recibir: 90 euros para el millar de butacas de cancha y 40, 30 y 20 para el resto.
Será un partido grande, jugado fuera de la fecha prevista, pero con el aroma y la excitación de ver frente a frente a dos candidatos reales. «No me lo perdería por nada», comentaba hace unos días Ladis Galarza, que acude con regularidad a los frontones y que es un fijo en finales y en choques de gran nivel. Se enfrentan, seguramente, los dos pelotaris con más chispa y recursos de cuantos quedan en liza. Y los dos únicos que poseen la txapela del Manomanista.
La otra semifinal no posee ni su rango ni su interés. Se ha escogido un escenario de prestigio, el Beotibar, pero se ha desdeñado la opción más lógica, el Labrit. Olaizola II y Gonzalez, encuentro que se jugará el sábado 21 de mayo en Tolosa, se medirán por el otro puesto de la final en un choque también interesante, pero cuyo precio (70 euros la butaca de cancha y 20 para el resto) será sensiblemente inferior.
Los 90 euros de la semifinal del Atano no suponen, sin embargo, el precio más alto jamás establecido para una semifinal. Sí asciende respecto a lo vivido en los dos años anteriores, cuando los encuentros de la liguilla (seis), rondaban los 60 euros. El regreso este año al sistema de eliminatoria pura permite incrementar los precios pero sin alcanzar lo que supuso el récord histórico para una semifinal: los 100 euros designados para el Beloki-Mikel Goñi de 2002. Aquel encuentro, sin embargo, no se llegó a celebrar, por lo que nadie tuvo que pagar una cantidad que se antojaba altísima incluso para un partido tan cargado de alicientes. Mikel Goñi fue apartado por su empresa, que consideraba que el baztandarra iba a dar positivo en el control antidopaje y no hubo semifinal. Esta vez, si no sucede nada raro, habrá que desembolsar 90.
La rebaja confirma la moderación en los precios después de unos años de efervescencia. La mano sigue siendo un espectáculo atractivo, pero hay algunos datos que hablan de un techo cada vez más cercano. Las audiencias televisivas han descendido en los dos últimos años y la asistencia a los frontones sigue sin despegar en frontones como Bergara o Eibar. Vitoria sólo existe para media docena de festivales en todo el año y San Sebastián sólo acoge grandes encuentros. Y en Bilbao, la capital más poblada, no hay frontón.