Diario Vasco
Las Federaciones Vasca y Navarra han llegado a un acuerdo para regular los festivales mixtos en los que intervienen conjuntamente pelotaris aficionados y profesionales ante la proliferación de estos en los últimos meses.
En dicho acuerdo se exigen cuatro condiciones para tener la autorización y poder programar un festival mixto. Obligatoriamente, los aficionados jugarán en distinto partido que los profesionales, no pudiendo mediar apuestas en el partido de aficionados. Además, los aficionados que intervengan en el festival deberán ser del territorio en el que se juegue, o como mucho de otro territorio limítrofe siempre y cuando el pelotari sea de una localidad que se encuentre a menos de veinte kilómetros del lugar donde se vaya a jugar.
La solicitud de autorización deberá cursarla el club o Ayuntamiento del lugar donde se vaya a jugar y sólo se autorizarán aquellos festivales en los que la empresa profesional implicada esté convenida con ambas federaciones.
Las federaciones inciden en que sólo firmarán el convenio con promotoras que acrediten su constitución legal, que cuenten con una plantilla estable de pelotaris y que cumplan todas las obligaciones legales con sus pelotaris en materia de Seguridad Social. A día de hoy, sólo Asegarce, Aspe y Frontis cumplen dichos requisitos.
Asimismo, la Vasca y la Navarra pondrán en conocimiento de las autoridades competentes en materia de inspección laboral las actuaciones en las que intervengan empresas que no cumplen la normativa vigente ya que, a su juicio, además de ser una clara competencia desleal con las empresas que sí cumplen la ley, degradan la imagen de la pelota a mano ya que el campo aficionado debe estar regido por las federaciones.
Este acuerdo plantea varias incógnitas. ¿Las federaciones van a denunciar a empresas como Ordago, Botivolea o Garfe? ¿Tienen facultades para hacerlo? ¿No se están metiendo en camisa de once varas? ¿No se pone en peligro el derecho de formación?