El zaguero de Soraluze ya pelotea y espera reaparecer hacia octubre
Le operaron en agosto después de seis meses de dolores y problemas
JOSEBA LEZETA/ Diario Vasco
Aritz Laskurain se recupera de la intervención quirúrgica a la que se sometió el 12 de agosto en la Policlína de Gipuzkoa para extirparle un papiloma en la palma de su mano derecha. «Era una verruga que tenía en el centro de la mano, justo debajo del dedo corazón, donde más se golpea la pelota», cuenta Laskurain. «Normalmente suelen salir hacia fuera, pero en mi caso creció hacia dentro. No se veía. El propio hecho de jugar a pelota, que los golpeos fueran allí, impidió al papiloma salir hacia fuera».
El zaguero de Soraluze llevaba varios meses con dolores y molestias que le impedían jugar con normalidad: «El 6 de marzo, Chafee y yo ganamos la final del Campeonato de Segunda de parejas en el Labrit. Unos días después, el 15, noté los primeros dolores en el Beotibar de Tolosa. Estuve un mes sin jugar. Reaparecí el 18 de abril y tuve que volver a parar hasta mediados de mayo. Había veces que me dolía la mano, otras que no, pero los dolores no desaparecían definitivamente. Eran sensaciones extrañas. Me impedían jugar con regularidad. Iba al masajista, pero éste no me veía nada en la mano. Disputé mi último partido el 23 de julio en Llodio. Los dolores no remitían, no podía seguir así y decidimos que había que mirar bien la mano. En las pruebas que me hicieron en la Policlínica Gipuzkoa se comprobó que tenía un papiloma y el médico me indicó que había que operar».
Del uno al uno
El doctor Jorge Soto le extirpó el papiloma el 12 de agosto y desde entonces «he acudido un día a la semana a la Policlínica para hacer la revisión. Me han dado pomadas y productos para cicatrizar la herida. Le falta un poco para cerrarse por completo, pero el médico ya me ha dado el alta. Volveré otra vez en octubre para que vuelva a mirármela y comprobar su evolución. Ya he empezado a pelotear del uno al uno, despacio, para ir endureciendo la mano».
Laskurain calcula que su reaparición puede producirse «hacia octubre. Primero debo endurecer la mano y luego hacer unos buenos entrenamientos para adquirir confianza. La pena ha sido que después de ganar el Campeonato de Segunda de parejas en marzo esta lesión me cortó la progresión. Entre unas cosas y otras, he sufrido un parón de seis meses». Con 24 años, todavía tiene mucho tiempo por delante.